Este año, por tercero consecutivo, hemos pasado unos días en Asturias, en la parte occidental, en particular en la comarca vaqueira en el municipio de Valdés. Como siempre en esta tierra en lo gastronómico hemos disfrutado considerablemente y algunas de las veces sin buscarlo, quiero decir, sin reserva previa e improvisando el sitio a última hora.

Fabada de Casa Consuelo Detalle de la Tarta de Manzana

De nuevo nos hemos dejado caer por nuestro querido y conocido Casa Consuelo (Otur) durante algunos de esos preciosos días en los que niños y adultos disfrutamos en la cercana playa de Otur. Un receso para degustar las excelentes fabes y pescados de esta Casa, terminando con su fina y delicada tarta de manzana, siempre es merecido. Algunos días nos quedábamos en el Chiringuito de la Playa de Otur que con los críos también es buena opción y su calidad es bastante digna, además reservan mesa a la hora que quieras, cosa que no puedo decir de Casa Consuelo, quizás su mayor inconveniente.

Pote Asturiano en Casa el Obispo Chosco y Lacón con Patatas

Un par de días cambiamos la playa por la montaña y la zona elegida fue el preciosísimo Valle de Paredes donde además de pasear por el Monumento Natural de las Hoces del Esva disfrutando del valle y de sus montes, incluido chapuzón en el Río Esva, repetimos del cortísimo pero inmejorable menú de Casa del Obispo (San Pedro de Paredes). Fabada, Pote Asturiano, Chosco (cabecero de lomo de cerdo ligeramente ahumado y cocido), Lacón y Carne estofada fue todo lo que necesitamos para recuperar fuerzas y continuar camino. Me doy cuenta mientras escribo esto que no he compartido ningún artículo de Casa del Obispo y pido disculpas, porque no tiene perdón no compartir esta experiencia, si bien es uno de esos rincones que egoístamente a uno le gustaría guardar en su bolsillo como el tesoro que sin duda es.

Cigalitas a la Plancha con Patata Líquida y Brunoise de Boletus con Oricio Arroz Meloso de Bogavante

Un año más no podía faltar pasar a probar el Arroz con Bogavante del Restaurante Blanco (La Colorada), cerca de Navia. Tengo que decir que el arroz este año estaba ligeramente pasado, pero el sofrito y la calidad del guiso inmejorables, por lo que nuestra confianza sigue intacta, pero vigilante. Sus croquetas y sus colas de Cigalitas con Patata Líquida tampoco pueden pasarse por alto en una visita. Además este año disfrutamos en sus nuevos salones tras terminar la pasada primavera la reforma que les ha llevado algún tiempo.

Detalle de la Merluza Hervida con Vinagreta de Verduras Fabada de Casa Gerardo

Para el homenaje optamos por una valor seguro, nuestro bien conocido Casa Gerardo (Candás). Un lugar donde disfrutar y del que se puede decir que va mejorando con los años, más asentado, más redondo y evolucionando día a día en su cocina sin renunciar a sus platos de siempre. Degustar  su menú corto que para cenar nos dejó más que satisfechos a cuenta, entre otras cosas, que incluye su fabada y su crema de arroz con leche que son platos contundentes. Pedro y su equipo encantadores como siempre.

Repetimos también en el modesto Casa Fernando (Ballota) y aunque no puedo decir que cenamos mal, siempre diré que en este sitio deberían cuidar un poco más la atención. Además siento decirlo, pero este año era insoportable la cantidad de moscas que había en el restaurante. Se que este verano ha sido un mal común en muchos lugares de Valdés y nos ha pasado en otros restaurantes, pero de verdad, en esta ocasión era insoportable y existen formas sencillas de evitarlo, o al menos de reducirlo. De todas formas es un lugar que seguimos teniendo en cuenta para una cena familiar donde apreciar su excelente relación calidad precio.

Los diez días también nos han dado para alguna experiencia nueva como el Restaurante Mariño (Concha de Artedo). Teníamos expectativas altas de su cocina marinera pero finalmente nos fuimos con sutil decepción tras nuestra cena. Quizás sea su carta, sus opciones  o nuestra elección, pero no convenció. Respecto a la sala creo que la debéis de ver por vosotros mismos. Con todo el respeto a sus fundadores y los más de 50 años que la familia lleva regentando este negocio creo que deberían mejorar la decoración de la sala para sacarla más partido y combinarla con las preciosas vistas sobre la concha de Artedo. Por otro lado y a pesar de que pescados y mariscos dominen su carta, creo que deberían incorporar una buena carne roja a su carta para equilibrarla, La ternera que sirven actualmente no está a la altura del marisco. Tendremos que volver en otra ocasión a comer y disfrutar de su mirador sobre la Concha de Artedo.

Para satisfacer la demanda infantil una noche pasamos a degustar unas fantásticas pizzas en Los Italianos (Oviedo) un local de decoración algo anticuada que hace unas pizzas de escándalo que cubrieron expectativas de mayores y pequeños. Lo tendremos en cuanta para próximas vistas a está preciosa ciudad.

También en Oviedo está el que sin ninguna duda ha sido el descubrimiento del viaje, Casa Laure (Oviedo). Un paseo por el casco viejo de Oviedo nos llevó de forma casual a la preciosa Plaza de Trascorrales donde está ubicada esta casa de comidas regentada por la familia Hernández Alonso. Próximamente os contaré más de esta visita porque merece la pena compartirla con todo detalle.

Espero que este resumen gastronómico de estos diez días por Valdés os de alguna idea si tenéis oportunidad de visitar esta maravillosa tierra y quedo a la espera de vuestros comentarios y nuevas recomendaciones para incorporarlas en mis próximas visitas.

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