He aquí mi primer invitación originada a partir de uno de mis artículos anteriores en este blog. Otra pequeña satisfacción que me brinda la gastronomía.

El último Domingo fui invitado junto a mi familia a casa de Marcela y Carlos como tantísimas veces, pero esta vez usamos la excusa de cocinar al Disco de Arado, y claro, ya que estaaaaaamos, lo podríamos publicar en el blog … – ¿qué te parece? – dijo Carlos, el más estructurado de mis amigos, de manera que acepté la invitación, ¡claro!. – … vos esperame con el disco bien curado que del resto me ocupo yo. -

El disco de arado es un invento bien criollo. Nos referimos al disco al disco de arado propiamente dicho que los agricultores usaban para trabajar la tierra. Este fue adaptado como una gran sartén de hierro con la propiedad de rápidamente tomar temperatura pareja en toda su superficie y conservarla con poco esfuerzo.  Hoy día se pueden adquirir discos de arados originales a los cuales se les tapa el orificio por dónde pasaba su eje, se le sueldan dos asaderas para su mejor manipulación y se le colocan cuatro patas a roscas. Partiendo de este modelo, hoy en día,  se pueden encontrar muchos modelos, algunos hasta con soporte para colocar la garrafa de gas y mechero.

Presentado el disco ya, les comento que es innumerable las cosas que en él se pueden cocinar (carnes, pastas, arroces, lo que se te ocurra), pero les paso la receta del lomo que preparé en donde Carlos porque me resultó simple y rica al mismo tiempo.

Ingredientes (para 5 porciones)

Para el lomo:

Lomo de ternera 1 ½ kg.
2 Cebollas
3 Cebollas de verdeo
1 Pimiento Rojo
1 Pimiento Verde
1 Zanahoria
1 Zucchini
1 Tazón de Caldo de carne
1 Vaso de Vino blanco seco
Aceite de oliva c/n.
Sal y pimienta negra molida c/n.
2 Ramitas de Romero

Para la guarnición:

¾ kg. de Papas
200 g. de Crema de leche
Gengibre c/n.

Preparación

Cortamos las  cebollas en rodajas y el resto de los vegetales en juliana. Consideren los cortes de los vegetales no sean tan chicos, la alta temperatura dentro del disco ante un descuido podría quemarlos, pero no va a ser nuestro caso porque lo vamos a controlar también con la ayuda de los líquidos.

Limpiar un lomo completo, (ver “Lomo de Ternera. Técnica de preparación“), cortar medallones del centro, y obtener dos piezas más de la cabeza. Bridarlas para que no pierdan la forma durante la cocción.

Cortar las papas en finas rodajas y blanquearlas (ponerlas a cocinar a partir de agua fría y sal), hervir durante 3’ (ebullición imperceptible para que no rompa las papas), retirarlas del agua, volcarlas sobre una fuente grande, y cubrirlas con la crema de leche previamente salpimentada.

Calentar el disco con abundante aceite de oliva y armar la mise en place a un costado con comodidad, como la armé yo en la foto.

El disco va superar los 200°C. Entonces colocar las piezas de carne del primer lado hasta que queden bien selladas, luego las giramos salamos y permitimos que se selle el segundo lado.  Las reservamos aparte.

Formamos un colchón con las verduras, sal, pimienta, romero, el caldo y el vino blanco. Por encima colocar las piezas de carne. Nuestro disco tenía tapa, la usé y mientras se cocinaban los vegetales terminaron de cocinarse las piezas de carne.

Tras el pasar de los minutos, probar para saber el punto de los vegetales, particularmente me gustan no tan cocidos para que queden algo crocantes y el punto de cocción de la carne jugoso.

Justo 2 minutos antes de decidir terminar la cocción volcar al disco las papas cubiertas de crema.

Terminar la cocción, quitar los hilos de las piezas de carne y servir acompañado de vino tinto.

No es lo habitual cocinar en disco de arado, por lo cual es muy buen pasatiempo para compartir y quedar bien uno, y como reyes los demás.

Para romper otra estructura de mi amigo, le busqué una variante a su tradicional pedido de delivery de helado. Preparé unas peras en almíbar flambeadas en ron y las serví bien calientes, con helado de maracuyá. Imperdibles.  Más tarde te paso esta receta. Prometido.

Gracias a mis amigos por la invitación y permitirme demostrarles mi afecto sentados a la misma mesa.