[img:412982829,small]
Foto de cirofono
 

Quizás este titular no sea sugerente o incluso pueda resultar pretencioso para interesarnos por los aspectos de seguridad alimentaria en nuestras cocinas domésticas. Sin embargo hay una serie de reglas que no todo el mundo sigue y que son básicas para la correcta seguridad alimentaria en vuestras cocinas.

Podéis pensar que quizás están un poco sacadas de contexto pero sinceramente creo que pueden ayudar a evitar problemas alimentarios. Las vi navegando por unas web de nutrición americanas y aunque en muchas cosas no se adecuan a nuestras costumbres culinarias su lectura resulta curiosa y algunas no estaría de más que las tengamos en cuenta.

  1. Equipar vuestro frigorífico con un termómetro. Casi todos los nuevos frigoríficos lo llevan integrado pero de no ser así os recomiendo que os hagñais con uno. Es importante que vuestros alimentos refrigerados se conserven a la temperatura adecuada tanto los refrigerados como los congelados.
  2. Descongelar los alimentos adecuadamente. Cuando descongeléis alimentos utilizar el frigorífico, el microondas o agua fría, nunca descongeléis los alimentos en las encimeras de vuestras cocinas. En ese entorno las bacterias a las que se exponen se multiplicarían rápidamente.
  3. Utilizar tablas de corte distintas para de alimentos crudos y alimentos cocinados. Así evitaréis los riegos de contaminación de la comida cocinada con las posibles bacterias existentes en los alimentos crudos.
  4. Cocinar los alimentos a las temperaturas adecuadas. Las carnes y los pescados deben cocinarse a las temperaturas adecuadas para evitar contaminaciones diversas como la salmonela, toxoplamosis, anisakis, etc. La congelación previa es otra opción. Esta reconozco que con mis aficiones culinarias me la salto a menudo, pescado crudo, carne poco hecha, etc. Pero la recomendación ahí queda.
  5. Evitar la leche y sus derivados, no pasteurizados. En leche ya es difícil de encontrar  pero no tanto en quesos donde la leche cruda les confiere un sabor y textura especial. Quien a escrito esto debería probar un buen queso manchego de leche cruda de oveja.
  6. Cuidado con los huevos! No es broma.  Los huevos sucios o mal cocinados pueden ser una fuente de disgustos importantes no siempre relacionada con su frescura. Pueden ser muy frescos y también muy peligrosos.
  7. Calentar bien las sobras. Las sobras tienden a acumular bacterias por lo que calentarlas adecuadamente antes de consumirlas es importante. ¿Nunca habéis visto como un caldo casero hacía espuma al hervirlo días después de haberlo elaborado? esa espuma son las bacterias y si todavía estuviese bueno la espuma acabará despareciendo tras calentarlo adecuadamente y se podrá consumir. Calentar las sobras por encima de los 120-130º garantizará la ausencia de bacterias aunque no siempre el buen sabor.
  8. La higiene de manos es vital. Para ello lavaros las manos con agua jabonosa durante al menos 20 segundos, siempre antes de manipular alimentos o cocinar.
  9. Estar atentos a las alertas alimentarias. Tomaros en serio las alertas alimentarias y no consumáis productos que esté afectados por cualquier alarma alimentaria.

Como veis son bastante lógicas, aunque algunas algo “extremas”. Lo que si que está claro es que el que las siga tendrá menor riesgo de intoxicación alimentaria pero … ¿disfrutará lo mismo comiendo? yo tengo serias dudas.

Vía – Eating Well

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Publicidad