La Parrilla se encuentra en la carretera de entrada a Ribadesella, enfrente de una gasolinera de Repsol. Por su aspecto exterior y su ubicación uno no entraría a no ser que haya recibido el soplo de que es el mejor sitio para comer en Ribadesella, que recibe el pescado diariamente por un barco de Lastres o que entre sus clientes se encuentran los Príncipes de Asturias o Fernando Alonso, por ejemplo.
En la pared exterior del establecimiento lo pone: “Pescau”. Y eso es, principalmente, lo que se sirve y se come en La Parrilla.
Nada más sentarnos nos trajeron el pan acompañado por unas rodajas de chorizo. Mientras dábamos buena cuenta de él, una de las dos camareras que atienden la sala nos recitó la carta. De entrantes podemos elegir entre una buena variedad de mariscos como almejas, navajas, percebes, pulpo o cigalas. Nos decidimos por el pulpo y las navajas. Correcto el pulpo (las patatas algo duras) y muy sabrosas las navajinas de la zona. Más tarde vimos que la mesa de al lado pidieron cigalas y creedeme si os digo que eran como bogavantes. Los percebes también pintaban muy bien.
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De segundos, nos dejamos aconsejar entre la muy amplia variedad de pescados al plancha que incluía por supuesto pixín (rape), besugo, rodaballo o lubina; y finalmente optamos por el virrey y unos salmonetes. El virrey o palometa roja es un pescado blanco de escama roja y sabor más intenso que la lubina. Los salmonetes como podeis ver ya eran casi salmonazos.
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Del virrey, al ser un pescado grande, nos sirvieron la mitad. Más que suficiente porque tenía de donde sacar. Los rapes eran pequeños y los servían enteros con cabeza y con la boca abierta. Pescado de excelente calidad y muy bien preparado a la plancha, en su punto justo. Materia prima pura y dura sin salsas ni ornamentos. Pescado para el que le guste el pescado y yo creo que hasta para el que no le guste.
Entre los platos que podemos pedir también están las carnes y el ínclito y omnipresente cachopo. Por lo que se oía en otras mesas, la carne no desmerece al pescado aquí.
De postre, entre frixuelos (especie de crêpes rellenos de chocolate), el arroz con leche y demás cosas caseras nos decidimos por la tarta de queso. Servida con confitura de grosellas, de textura consistente pero sabor suavísimo y riquísimo. Otra joya como la que podemos encontrar en El Almacén en Llanes diferente pero igual de brillante.
En definitiva a La Parrilla hay que ir con ganas de disfrutar de la comida en un ambiente muy agradable y discreto (8 mesas) y dejarse aconsejar. No nos equivocaremos nunca.
La cena para dos, sin vino ni sidra que había que conducir, 75 €uros.
Restuarante La Parrilla
Avenida Palacio Valdés, 27
33560 Ribadesella
Asturias
España
Tel: +34 985 860 288

¿No admiten ustedes comentarios negativos? No vuelvo ni aunque e inviten. Saludos.
Desastroso, no se me ocurre volver ni aunque me inviten. Habíamos ido hace tiempo y sí estaba bueno pero ahora ni de coña, caro y malo. No tienes carta ni sabes precio o sea que vas a la aventura. Pedimos una ración de queso, pimientos y anchoas, algo muy sencillo pero en la confianza de que con el “clavel” que nos iban a meter los ingredientes estarían buenos: ja ja, las anchoas estaban abiertas de cuando mi abuela se casó (eran pura salmuera), el queso de supermercado y los pimientos idem; pedimos pixín y no se le ocurre ni al que asó la manteca presentar el pexe entero, desaborido y aguarón; para mí pedí un pulpo braseado, dos patas de buen tamaño pero amargo a más no poder, acompañadas de unas patatas cocidas malas de solemnidad; dejé más de la mitad, y menos mal porque los dos días siguientes visité el w.c. bastante más de lo habitual. Sin postre y con una botella de vino corrientín, 75 euros. El sitio es un tugurio, para que nos vamos a engañar. Lo dicho, no me vuelven a pillar. Saludos.
es una parada obligatoria en el oriente de Asturias para disfrutar del pescado de verdad del cantábrico un saludo en la PARRILLA
Realmente unos manjares !