Esta mañana desayunando leía en El País que ayer en Madrid tuvo lugar una peculiar cena compuesta por veintidós personas. En particular el invento se llama Dinner in the sky y consiste en que una plataforma eleva a los comensales y los profesionales que les dan de cenar a unos 50 metros de altura, literalmente colgados en una plataforma suspendida y sujeta por una grúa a unos 50 metros de altura.
En esta ocasión tan magna hazaña tuvo lugar en la explanada frente al estadio Santiago Bernabeu de Madrid y la cena estuvo a cargo del chef argentino Pablo Vicari. La verdad es que no alcanzo a entender muy bien la experiencia y me encantaría que alguien que la haya vivido diera su opinión, sinceramente entiendo que las vistas y la sensación puedan resultar algo particulares pero ¿lo harán para distraer la atención de la comida? ¿o por el contrario todo será redondo? No se … pero en mi caso no estaré esperando para la próxima convocatoria, a no ser, que alguien me saque de mi estupefacción ante tan extraña idea y me revele una apasionante experiencia.
Según parece este restaurante, de origen Belga, está entre los restaurantes más fuera de lo común, pero mucho me temo que no es por lo excepcional de su cocina.
Si os queréis hacer mejor idea de esta “atracción” os dejo un link a una presentación y aquí debajo un video que también podéis encontrar en You Tube.
Cuando leí esto en su día no hice ningún comentario, pero ahora si porque es increible!!! posteriomente lo he encontrado IGUALITO!! en otro Blog http://www.cocinayciencia.com
… o sea, una estupidez (con todo mis respetos) ;-)
En mi opinión es ‘una vuelta de tuerca más’ a todo lo que envuelve el yantar; de unos pocos años a esta parte parece que cualquier extravagancia (cuando no tontería o incluso aberración) va a ser bendecida por los gurús de la nueva cocina, dejando siempre la puerta abierta a la siguiente.
Si, yo tambien pienso que es lago snob, que solo unos privilegiados podran disfrutar, por el precio, claro, y luego poder contar y presumir con las amiastades.
Cuanta razón tienes aporteros. Completamente de acuerdo contigo.Un abrazo
para mi humilde parecer esto es una auténtica chorrada que nada tiene que ver con la comida ni con la cocina. No dudo que las vistas sean espectaculares, y la sensación de estar suspendido pueda tener su gracia, y hasta ahí bien, pero no creo que aporte nada el estar cenando, bueno, sí¡¡, una suculenta factura para el cocinero y/o organizador.
sin embargo, pensándolo bien, igual de chorra podríamos considerar lo de los restaurantes giratorios, y yo estuve en uno, y la verdad es que no comimos mal (fue en Malasia, todo sea dicho)
En cualquier caso, si estais dispuestos a pagar por comer en situaciones de riesgo, yo os invito a un sandwich y una coca subidos en uno de los andamios sobre los que trabajo a unos cuantos metros de altura, eso sí que es riesgo. Las vistas no sé si serán tan espectaculares, pero fijo que la cuenta es más económica, a cambio de una invitación a una caña (con tapa, eso sí) os pongo extra de queso…