Soy un fan de las fajitas, me parece un plato sobresaliente y con muchas posibilidades aunque aún muy enmarcado dentro de la gastronomía mexicana. La receta de hoy es sencilla aunque muy sabrosa; la he titulado a mi manera porque se basa en un sofrito poco convencional para este tipo de platos.
Ingredientes (para 2 personas)
1 diente de ajo grande
½ docena de espárragos verdes
200 gr. de champiñones
1 pimiento verde
½ pimiento rojo
½ cebolla
1 Zanahoria
Aceite de oliva virgen al gusto
Sal al gusto
Pimienta molida al gusto
1 guindilla de cayena
2 filetes de pechuga de pollo
4 Tortillas para fajita de trigo
Para macerar el pollo
1 cucharada de estragón
1 limón
1 lima
Sal
Pimienta molida
Preparación
En primer lugar, lavamos los filetes de pollo bajo un chorro de agua. Posteriormente, los cortamos en tiras y los añadimos a una fuente honda. En la misma añadiremos el zumo del limón, la lima, la cucharada de estragón, la sal y la pimienta. Mezclamos bien y dejamos que macere durante 1 hora en la nevera.
En segundo lugar, lavamos y picamos todos los elementos del sofrito y los vamos incorporando a la sartén con el aceite caliente a fuego medio por el siguiente orden: Zanahoria (dejamos que se dore para que caramelize) a continuación incorporamos los espárragos (que habremos cortado en láminas finas), tras 1 minuto la cebolla, ajo, guindilla, pimientos y 3 minutos después los champiñones. Salpimentamos. Dejamos que el conjunto se haga retiramos y reservamos en una fuente pues será la cama del pollo en la tortita de trigo.
En la misma sartén donde hemos preparado el sofrito, bien caliente, incorporamos las tiras de los filetes de pollo bien escurridas y dejamos que dore. Sacamos a una fuente. En la misma sartén incorporamos los jugos de la maceración y dejamos que cojan color, es muy importante no dejar que se quemen ya que amargan. Se lo añadimos al pollo.
Presentación
Calentamos las tortitas en una plancha o en el microondas y el conjunto queda listo para servir.
Francamente, pienso que las tortitas de trigo están en nuestras raices culturales y poco a poco fueron sustituidas por el pan con la introducción de la levadura. Da igual cómo las combines, son un plato fantástico y adaptable a cualquier tipo de cocina tradcicional. Simplemente las hemos “olvidado” como recurso.
P.D.: esos tacos pastor parecen del mismísimo corazón de México, me recuerdan a los de la Taquería del Alamillo. Un dia hablaremos de los mejores mexicanos de Madrid. ¿o lo hemos hecho ya? ;-)
Un abrazo.
Estas fajitas, aunque más europeas, no tienen que estar nada mal…
Casualidades gastronómicas.
Ayer mismo preparé para cenar unos falsos tacos al pastor de los que ya os hablaré. Digo falsos porque fueron improvisados y no hubo tiempo de aprovisionarse de chiles pasilla, guajillo o chipotle y preparar una marinada adecuada dejandola actuar.
Sin embargo el resultado fue magnífico, si bien el sabor diferente al utilizar un preparado de tacos convencional, aunque con algún otro toque que ya os contaré.