Tengo que esperar unos minutos para elegir las múltiples formas de cómo comenzar esta crónica. Aún siendo espontáneo, no puedo dejar de lado lo anecdótico que fue la semana pasada cuando lleve adelante un evento para unas cincuenta y pico de personas para el cual amacé más de 20 prepizzas en tiempo record y en el horno doméstico de mi casa.

La otra motivación para contarles acerca de esta receta viene de un cocinero español al cual sigo ya desde hace tiempo, cuando posteo en Facebook una foto de su hijo donde se lo ve manifestando de alguna manera preferencias por la selección italiana de futbol., y Loren (así se llama este cocinero español), preguntándose si acaso debiera dejar de hacerle tanta pizza al niño.

En fin, ambos párrafos me resultan muy buen comienzo para este artículo. Por el primero voy a agradecer a todos los invitados al evento por los elogios recibidos. Y a mi amigo español, que siga haciendo pizza a su hijo sin preocupación, esta tendencia italiana que tuvo su peque ha de haber sido por otra razón, si fuera por alto consumo de Buenas Pizzas, la preferencia hubiese sido por la selección Argentina.

Ya hablamos en artículos y comentarios del pasado acerca de las muy buenas, antiguas, tradicionales y con historia, pizzerías que hay en la Ciudad de Buenos Aires.

También las hay en el resto de Buenos Aires y en el interior del país. Entonces, es muy común que amigos y familias se reunan en casa de alguno de ellos los sábados por la noche y se pida delivery de pizza a domicilio.

Pero eso ya no sucederá en nuestra casa, pues ya estandericé la receta que a tantos les gustó, y la pizza, de ahora en adelante será hecha en mi cocina. Estará lista en menos tiempo del que tarda la motito en traerla un día sábado, ooooobviamente será más rica y costará unos $$$$ menos.

La receta que les paso ha de ser me imagino una receta universal y básica, pero el valor agregado que siempre tratamos de brindarles en El Laboratorio Gastronómico pasará esta vez por el nivel de detalle que les quiero dar en la técnica de preparación y fundamentarles algunos ´porqués´.

Ingredientes para 3 pizzas.

Harina 000 1 kg.
Agua 600 cm3.
Levadura 50 gr.
Manteca 20 gr.
Sal 20 gr.
Azúcar 5 gr.

Procedimiento.

1. En un bowl grande volcar el kilo de harina, la sal, el azúcar, la manteca y mezclar bien.
2. En un vaso medidor o jarra diluir las levaduras en los 600 cm3 de agua a temperatura natural.
3. Formar un hueco en la harina y verter el agua con las levaduras diluidas en él. Comenzar a unir todos los ingredientes.
4. Cuando se hayan unido de alguna manera los ingredientes, volcar la preparación a la mesada y comenzar el amasado ⁽⁰⁾.
5. Amasar durante no menos de 15´ ⁽¹⁾. ¡Ánimo! ¡Vamos!
6. Separar en 3 bollos iguales, y dejarlos en 3 pizzeras previamente untadas en aceite. Cubrirlos con un paño o film plástico de cocina. Colocar las fuentes en una parte de la cocina templado y húmedo.
7. Cuando por la acción de las levaduras los bollos dupliquen su volumen, estirarlos  con la yema de los dedos del centro hacia afuera.
8. Cubrir las masas con salsa ⁽²⁾, dejarlas levar 10´ más y llevarlas a horno precalentado a 220° C. de 6 a 8 minutos. ⁽³⁾
9. Y está lista la prepizza para ser condimentada por arriba, o si se prefiere conservarla para ser consumida más adelante, se envuelve en una bolsa de nylon ⁽⁴⁾, y cuando baja la temperatura pueden ser conservarlas en el freezer.

Notas:

⁽⁰⁾ El amasado comienza con la unión completa de los ingredientes, y le sigue “desgarrando la masa”, como se ve en la foto. Este movimiento lo debés repetir unas cuantas veces hasta notar que los ingredientes están bien incorporados, principalmente la manteca.
⁽¹⁾ Un buen amasado, además de dignificarte, desarrollará el entramado que forma el gluten de la harina de trigo. Este entramado bien cerrado mas tarde impedirá que se escapen los gases de las levaduras y así conseguirás una masa bien aireada y esponjosa.
⁽²⁾ La verdad, la verdad, es que desde que probé las salsas de Knorr Cica no dejé de utilizarlas, son riquísimas me ahorran mucho tiempo y forman parte de la estandarización de la receta. Ideal el uso para eventos donde tengas que preparar muchas prepizzas, o en caso de una visita inesperada, te sacará del apuro y te ayudará con cualquier preparación que lleve salsa, como las pastas por ejemplo.
⁽³⁾ Como en tantos artículos anteriores el tiempo de horneado depende de tu horno. En casa por ejemplo no alcanzo los 220°C. entonces en lugar de 8’ me llevó casi 20’. En los últimos 5’ la pizzera debe estar en el piso del horno para que, por conducción se haga crocante la base de la prepizza, para que luego se pueda comer como se debe, con la mano. Así no decae la punta de la porción y ni tampoco sus ingredientes.
⁽⁴⁾ Cuando la prepizza salga del horno y pierda un poco de temperatura, se puede envolver en una bolsa de nylon. Esto ayudará a conservar su humedad.

 

Hablemos de los topings.

Perdón, ¿pero como llaman ustedes a los ingredientes que van por encima de la prepizza y que le dan el nombre a la pizza?, porque “relleno”, como lo llaman algunos, no es. No es que quiera hacerme el cocinero fashion (no en este caso, en otros si), pero bueno yendo al grano, las pizzas que se hacen en casa tendrán nombre propio y muy probablemente serán bautizadas al momento.

Este tema va de acuerdo a tus gustos, imaginación, a lo que haya en las alacenas y en la heladera en ese momento.

Mis infaltables son: queso Cremón de La Serenísima, cebollas y pimientos rojos.

Otras sugerencias que siempre sorprenden son champignones caramelizados en aceto balsámico, panceta en lonjas, jamón cocido, queso azul, queso gruyere, tomates cherry, por supuesto muzzarela, etc.

La de queso Cremón y Rúcula ¡mata!. Cuando la pizza ya este lista con el queso bien derretido, sale del horno la cubris con las hojas de rúcula, salpimentás, un chorrito de aceite de oliva y 30” (segunditos) de horno y a comer. La rúcula tiene que estar super fresca para que también se pueda disfrutar de su perfume además de su sabor.

Como verán quedé muy entusiamado y por esa razón quise dejarles la mayor cantidad de detalles posibles. Realmente resulta fácil y es una preparación ideal para trasmitir la buena onda y cariño que les tenés a aquellos a los que les estarás sirviendo.

Ensayá, invitá y disfrutá de todo el proceso. Ya me dirás.

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