Debo comenzar siendo sincero y deciros que aunque aprecio mucho la originalidad de esta tónica no está entre mis preferidas para la preparación de Gin & Tonic, en general. Sus peculiaridades, derivadas del particular proceso que se sigue en su elaboración, la proporcionan características que en mi opinión no siempre combinan con todo tipo de ginebras y preparaciones. Ahora bien creo que resulta única para consumirla sola, como refresco, aunque contenga ligeras trazas de alcohol y para la preparación de algunas combinaciones específicas de Gin & Tonic y algunos otros combinados.

Las dos razones principales de su singularidad son su proceso de elaboración y la calidad excepcional de sus ingredientes. Hojas y raíces de lemon grass (limoncillo o hierba limón), lima kaffir y enebro se fermentan durante siete días y según un método que se remonta a comienzos del siglo XX. Es precisamente la fermentación genera trazas de alcohol que se mezclan, pero no diluyen, y así combina ayudando a una perfecta integración del destilado. Gracias a los aceites esenciales de los botánicos elegidos, resulta ligeramente amarga y su dulzura viene marcada por el lemon grass, que aporta mayor complejidad y exotismo tanto en boca como en nariz realzando su sabor cítrico y su singular carácter. Por otra parte no contiene aromas ni azúcares artificiales y sus 100 ml proporcionan tan solo 35 calorías.

Con originalidad, personalidad propia y elegancia, ha irrumpido con fuerza en todo el mundo presentándose en dos formatos. El clásico de 125 ml., perfecto para los medios gin tonics y el recién llegado de 200 ml. Sola con hielo o con ginebra, vodka u otro destilado, es decir, en forma de Gin Tonic, Vodka Tonic o Tequila Tonic, entre otros cócteles, Fentimans supone un refrescante placer en todo momento.

Desde 1905, una tradición familiar busca la perfección y el equilibrio en esta bebida Premium tras la que se encuentra una larga historia. La de Eldon Robson y sus antepasados, que en 1905 fundaron esta empresa homónima especializada en refrescos para adultos. Desde principios de siglo, perfeccionaron fórmulas botánicas basadas en las propiedades de las plantas y con efectos, por lo tanto, medicinales. Por ejemplo, sus célebres Ginger Ale y Ginger Beer. Pero el boom de las bebidas en formato plástico y lata, provocó que esta firma británica se viera obligada a clausurar en 1970. Pero el cierre duraría hasta 1992, cuando Eldon, seguro de que la autenticidad atesorada por su familia era garantía de éxito en el mercado actual, recuperó los sistemas de elaboración y producción originales. No estaba equivocado… Como muestra no sólo esta exquisita tónica sino también la limonada de rosas, el refresco de mandarina y naranja de Sevilla, el de cola como el que se vendía en las boticas de antaño, etc.

Cada detalle en Fentimans (www.fentimans.com) demuestra la tradición heredada. Su botella recupera el diseño de la época victoriana y el logotipo es un guiño al perro de su bisabuelo Thomas, que competía en carreras para invidentes y que alcanzó sus mayores logros en 1933-1934.

Bonita y singular historia para una única y original tónica.