Seguro que algunos de vosotros ya habéis visto el vídeo que grababa y editaba el mismo día que celebramos una cena rusa entre muy buenos amigos. Una pareja que ha vivido algunos años en Rusia nos invitó a degustar algunas de las especialidades más típicas del país del este.

La gastronomía rusa es variada por su vasto territorio pero está muy condicionada por las condiciones climáticas del país lo que la hace bastante contundente y calórica. También en ella se percibe cierta influencia de algunos países eslavos próximos y curiosamente también francesa que históricamente ha sido reconocida como la cuna gastronómica y ha servido de referente para la gastronomía más distinguida rusa.

“Mucho russo en Russia” así bautizábamos entre amigos esta convocatoria con un toque desenfadado y divertido y como mandan lo cánones, regada con innumerables bebidas que hicieron que la noche discurriera como la velada prometía y merecía.

Comenzamos con unos entrantes Sakuski, a base de pescado seco en salazón (tomamos sardinas y otro pez que no recuerdo). El más típico es la Vobla (he buscado la traducción y en algunos lugares me aparece como “escarcho”). Es un pez que se da en el mar Caspio así que os dejo como entretenimiento buscar la equivalencia a los que conocemos. Dudo que por estos lares exista. La Vobla es más grande que los que nos comimos, pero también tiene más carne. El pescado se pone en salmuera y luego se deja secar al aire libre. Su sabor me recordaba sutilmente el de las anguilas chapadas por lo que tengo que decir que me resultaba familiar y agradable.  Es imprescindible tomarlo con cerveza, Pivo en ruso, y no puede ser otra que Baltika 3 (hay hasta 9 según el grado de alcohol). Sólo decir que cayeron varios litros.

Como curiosidad os diré que los servimos sobre unos cómics rusos, a falta de periódicos, dado que es así como los rusos suelen tomar este pescado en la misma calle acompañado de Vodka o cerveza, así que nosotros no íbamos a ser menos.

Como nos anunció la anfitriona, en una mesa rusa que se precie resultan imprescindibles los Agurtsí , pepinillos marinados. Otra curiosa anécdota es que los rusos tiene una expresión para referirse a que alguien está muy bien de aspecto (joven, saludable, etc.) diciendo “está como un pepinillo”, como un Agurets (en singular). También tomamos otra cosa muy habitual, que es un surtido  setas silvestres cocidas al natural. Y, como no, tuvimos caviar, Ikra. Puesto que el de esturión es complicado, lo tomamos de mújol y de salmón sobre unos deliciosos Blinis. El de salmón era ruso auténtico comprado en comercio de productos rusos. Es muy popular en Rusia. El primer plato nos permitió comprobar la influencia francesa en la gastronomía rusa y deglutamos una Julienne, unas pequeñas tartaletas gratinadas de champiñón, pollo y cebolla ligado con Smetana (nata agria).

El segundo plato fue un clásico, una Sopa Borsch, elaborada a base de verduras con caldo de aguja de ternera que incluye remolacha, col, patata, zanahoria, cebolla, perejil, eneldo, tomate (o salsa de tomate). Imprescindible también añadirle una cucharada de Smetana. Respecto al tercer plato tengo que añadir que participé en su elaboración y que la experiencia me encantó. Preparamos una Kulebiaka, una potente empanada de forma ovalada con relleno de salmón, arroz blanco, cebolla, huevo duro, perejil, eneldo, vino blanco, mantequilla y Smetana. Como acompañamiento en la comida pan blanco y pan negro (de centeno) y como decía la mayor variedad posible de bebidas entre las cuales no falto buen Vodka, que por si no lo sabéis significa “agüita”.

¿Qué cómo acabo todo? estoy seguro que lo suponéis…, pero lo dejo a vuestra imaginación. Os dejo sólo encima de estas líneas un video de lo que se puede compartir.

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