Os dejo esta receta que me manda una amiga argentina y seguidora del blog desde otras latitudes. Para los que no estéis familiarizados con esta receta, yo el primero, os diré que es paraguaya pero no es una sopa, bueno, o al menos no es una sopa con elemento líquido a las que estamos acostumbrados. Se trata de una “sopa sólida” y es parte fundamental de la gastronomía paraguaya más tradicional. Su base pastosa se remonta a sus raíces guaraníes que acostumbraban a consumir comidas pastosas elaboradas con harina de maíz o de mandioca envueltas en hojas de güembé o banana cocinadas en ceniza caliente. Javier Lastras.
Ingredientes (4 personas)
- Cortar las cebollas bien, bien, finitas.
- Pones en la olla con el aceite hasta que este translucida.
- Agregar entonces la sal y la leche, cuando rompe el hervos apagar el fuego.
- En un recipiente profundo, poner la harina y hacer un hueco en el medio, empezar a incorporar la preparación anterior de a poco, mezclando bien para que no se hagan grumos.
- Después agregar 4 yemas, mezclar y el queso.
- Por último las 4 claras batidas a punto nieve con movimiento envolvente.
- Poner en una asadera grande y llevar al horno mas o menos media hora, tiene que estar doradita.
- Sacar esperar que se entibie para una mejor consistencia.
Presentación
Simplemente presentar cortada en porciones y a disfrutar de este manjar!
¿Porqué será “sopa” entonces?. ¿Algún Paraguayo o conocedor de esta tradicional preparación querrá sumar su comentario?
Lucía, gracias a ti por compartirla, espero que te animes a compartir más secretos de tu rico recetario!
Es como un soufle, es RIQUISIMA, algo asi como una receta de familia! gracias Javi
Si resulta muy curiosa, es como si nos hubiésemos equivocado de foto al publicar la receta ¿verdad? :))
Tiene buenísima pinta esta especie de “pan”. Me ha asombrado porque al principio pensaba que os habíais olvidado de alguna foto con sopa y es que el plato es así! Me recuerda a la sopa de pan cuando ya casi te quedas sin caldo! Un saludín