Hace tan solo unos días publicábamos la positiva experiencia de la visita al restaurante peruano Sipan en Buenos Aires y según comenté entonces, teníamos una cita pendiente con los restaurantes peruanos de Madrid con la que hemos cumplido.
La oferta de gastronomía peruana en Madrid no es muy extensa y muchos menos conocida. Sin embargo de la mano de algunos de los establecimientos con más renombre la gastronomía del país andino se está haciendo, poco a poco, un claro espacio entre la amplia oferta madrileña.
Quizás el establecimiento más emblemático que, de la mano del reputado chef peruano Gastón Acurio, ha hecho que la cocina peruana sea conocida en Madrid, es Astrid y Gastón. Muchas cosas he oído de el, pero ninguna de ellas me ha convencido lo suficiente para decidirme a una visita. La razón, creo que me va a decepcionar, quizás me equivoque pero hasta donde sé, la relación calidad-precio no es acorde, y no quería que este fuese el balance de mi primera experiencia con la alta cocina peruana de Madrid.
La Gorda, El Inti de Oro, Tanta, Tampu, Virú, … había bastantes opciones cuando estaba pensando alternativas… y finalmente la recomendación de un buen amigo de magnífico criterio, su relativamente reciente apertura, sumada al hecho de que Virú lo lleve Kiko Ceballos, un chef peruano que pasó por Astrid y Gastón, me llevó a que esta fuese la elección para nuestra cena peruana de anoche.
Virú singnifica Perú. Según parece cuando los españoles llegaron a Perú preguntaron a los indios como llamaban ellos al lugar y les contestaron “Virú” (nombre de la antigua cultura pre-inca del río Virú al norte de Perú). Los españoles entendieron Perú que es el nombre que finalmente fue reconocido.
Virú ofrece una carta no muy amplia con variedad de entrantes, pescados y carnes además de unos pocos postres. entre la oferta añade dos menús degustación, uno más corto de 40€ y otro más largo de 70€, posiblemente muy largo para cenar. La cocina que ofrece Kiko Ceballos Cocinero exhibe buena técnica donde se combinan platos tradicionales peruanos como ceviches, tiraditos, causas, anticucho, ají de gallina, etc. , con algunos más atrevidos ligeramente readaptados pero fieles a los ingredientes y a los sabores peruanos.
Nosotros nos decidimos por la opción de dos primeros y dos segundos que cerraríamos con un postre para compartir. Como mandan los cánones, comenzamos con un fabuloso y bien preparado Pisco Sour elaborado con pisco quebranta, lima fresca y sirope. Una fabulosa opción para preparar el paladar y el espíritu para la fantástica cena que nos esperaba.
Nos sorprendieron con unos panes de elaboración propia ligeramente dulces acompañados de unas riquísimas y adictivas salsa de aceitunas y de ají amarillo. Además nos sirvieron un aperitivo de la casa a base de un pequeño bocado de atún con humus y un curioso y sabroso capuccino de mariscos.
Los dos entrantes, a sugerencia del jefe de sala, salieron ya emplatados en medios. El primero un Ceviche mixto con corvina, pulpo y langostinos, delicioso con dulces y divertidos toques crocantes de los granos de maíz que contrastaban con la acidez de la lima y los sutiles matices picantes del rocoto. El segundo unos langostinos en dos texturas, crujiente y cremosa, acompañados de salsa dulce de cacahuete y tirabeques al wok e hilos de boniato. Rica combinación de texturas y sabores dulces y salados.
En los segundos nos decidimos por combinar pescado y carne. La carne, un brazuelo de cochinillo confitado con puré de manzana aromático, pasta de papa con queso andino y salsa de cítricos. Un plato sin pretensiones pero muy bien ejecutado con el cochinillo perfectamente cocido y la piel crujiente.
El pescado toda una sorpresa. Cuando nos lo sirvieron inundó la mesa con el aroma que desprendía la costra de especias. El Pez Mantequilla en su punto, carne blanca en contraste con la costra y textura excepcional. La costra de especias es como la reinterpretación del mejor de los bienmesabe y la emulsión de papa y albahaca, la salsa agridulce de lula y lo tubérculos crujientes redondean un plato repleto de aroma y sabor.
Llegamos a los postres con ganas de rematar pero sin la capacidad de que fuesen individuales. Imaginaros por lo tanto el adecuado tamaño de las raciones. Nos decidimos por un Granizado de Aguaymanto con Sopa de Chicha morada y tartár de mango y piña y no nos equivocamos. Ligero, delicioso y dulcemente refrescante. Todo un acierto llegados a este punto La sorpresa fue que nos sirvieron también por gentileza de la casa una Tarta de queso andino con gelatina de chicha morada más dulce y en mi opinión ligeramente empalagosa pero una buena opción para los que sean algo más golosos.
Además de los cócteles del comienzo seguimos con un par de cervezas peruanas Cusqueña de color dorado pálido y que con su sabor afrutado y sus ligeras notas de maíz resulta una perfecta compañera de viaje para este tipo de comida.
La sala cómoda aunque ligeramente ruidosa en ocasiones, el servicio atento y profesional, y una factura que no llegó a 65€ por persona, pidiendo a la carta. En definitiva un lugar recomendable por muchos motivos y al que volveremos a probar otros platos.
En este enlace os dejamos más fotos.
Restaurante Virú
c/ Claudio Coello, 116
28006 Madrid
España
Tlf.: +34 91 561 77 71
Horario: 13:30 a 16:30 h – 20:30 a 23:15 h
Web: http://www.restauranteviru.com
[...] Sopa de Chicha morada y tartár de mango y piña Image by jlastras Ver artículo en mi Blog en Enlace See post in My blog at Link 1 Comment – Leave a [...]
Javier, la cena fue espectacular, de nuevo. Ningun plato falló. Yo ya tengo anotado para la próxima el Aji de Gallina. La compañia también influye ;-)
Ayer fuimos a cenar a este restaurante, y la experiencia fue muy grata y enriquecedora.
Una cocina muy aromatica y sorprendente. Juega con texturas y sabores, buena presentacion y servicio.
Os recomiendo encarecidamente , el pez mantequilla que ya cito Javier en el articulo, pero probamos un pulpo braseado con autentico sabor a brasas y que se deshacia en el paladar. No es un restaurante barato pero por la calidad de los productos y su compleja elaboracion, decoracion sobria, pero elegante y comoda, y buen servicio, y sobretodo por lo sorprendente y originalidad de sus platos (sobre todo supongo yo sino conoces la comida peruana), repetiremos!!
David, no es ninguna indiscreción y perdona si no había quedado claro. La factura total fueron poco más de 120€ por lo que me refería entre 60-65€ por persona. Gracias por tu comentario.
Disculpa la indiscreción, pero el precio de 65€ ¿es la factura total de las dos personas? ¿O el precio por persona?
Es que personalmente si es el total me resulta baratísimo, pero al contrario, si es el precio por persona se me antoja demasiado caro.
Saludos
Emilio, gracias a ti por la recomendación!
Javier, me alegro de que os gustara. Nosotros pedimos el menú corto y salimos más o menos por el mismo precio, con el pisco sour inexcusable de entrada, y para algunos vino para continuar. Tuvieron la gentileza de permitirnos cambiar un par de cosas del menú por otras que nos apetecía más probar, y estuvieron muy atentos en todo momento a pesar de llegar 45 minutos tarde (impresentable por nuestra parte). Pos eso, que me alegro de coincidir.
Tenemos que programar una a La Gorda, por varios motivos.
Hablamos. Un abrazo.
Me alegro hayan acertado con un buen lugar peruano en Madrid. Verás como me he quedado con ganas de probar más platos después de mi últimas visita a un peruano en B.A., he ido a Lucumma cocina Inka, donde todo resultó más tradicional, casero, todos allí son peruanos y los precios más acomodados sin perder estilo ni nada de eso. Ya les contaré seguramente. Seguimos conectados entonces.