Hay gente que le desagrada mancharse las manos comiendo. Siento ser tan franco pero normalmente coincide con gente que no les gusta demasiado comer y que en cierta medida no disfrutan lo suficiente haciéndolo. Podemos estar de acuerdo en que comer con las manos pueda resultar algo incómodo y tenga un cierto toque salvaje, pero muchas de las cosas que comemos tienen ese toque también y se prestan a la perfección a ser comidas prescindiendo de cualquier otro utensilio que nuestras manos. De hecho sólo así podremos apreciar el placer de determinados platos. El tacto, el sabor y sus texturas sólo serán perceptibles de forma adecuada si prescindiendo de complejos nos dejamos llevar por nuestro lado salvaje.

Yo diría que en cierto modo este es el caso de todas las costillas o chuletas que nos brinda el reino animal, pero hoy hemos elegido un receta de costilla de cerdo que por si fuera poco hemos marinado para terminar de complicar la experiencia de comer con las manos. El toque dulce, picante y especiado de la marinada otorga al cerdo una sabor exquisito y si os gustan este tipo de asado hace de la limpieza de cada costilla una deliciosa experiencia. Podéis eliminar el picante tan solo eliminando el tabasco pero no eliminéis  la salsa hoisin no es muy picante y otorga a la marinada una sabor clave del que no debéis prescindir. LA podéis encontrar en algunos supermercados y en cualquier tienda donde tengan productos asiáticos. Por si no la ubicáis por el nombre seguro que lo haréis si os decimos que es muy típica de la cocina china y que acompaña platos tradicionales, como el Pato a la pequinesa. Su sabor es agridulce y lleva soja, agua, azúcar o miel, aceite de ajonjolí, vinagre, harina, ajo y un poco de chile.

Ingredientes (2-3 personas)

Un costillar de cerdo de 1 kilo
2 cucharadas de miel
2 cucharadas de Ketchup
1 cucharadita de soja
2 cucharadas de salsa hoisin
10 gotas de tabasco
Una cucharadita de aceite de oliva virgen
Un vaso de agua
Una pizca de sal y pimienta

Preparación

1. Precalentar el horno a 210º C.
2. Salpimentar el costillar ligeramente.
3. Untar la cucharadita de aceite de oliva por el costillar.
4. Meter el costillar en el horno caliente.
5. Asar durante 80 minutos dando la vuelta cada 20 minutos. A los 30 minutos de comenzar a asar añadir el vaso de agua.
6. Cuando le queden 10 minutos para terminar comenzar a preparar la marinada.
7. Mezclar en un bol el Ketchup, la miel, la soja, el tabasco, la salsa hoisin hasta conseguir una mezcla homogénea.
8. Sacar el costillar y bajar el horno a 160º C.
9. Añadir tres o cuatro cucharadas del jugo de la bandeja a la marinada y volver a mezclar.
10. Poner la marinada sobre la costilla (como en la imagen) cubriéndolo con una fina capa.
11. Volver a meter en el horno a 160º C y asar otros 30 minutos.

Presentación

Presentar en la propia bandeja o en una fuente recién horneado, remangarse y a disfrutar!