Estuve muy entusiasmado con los postres. Entonces para recobrar interés por los que son más amantes de lo salado, aquí les dejo esta receta de panadería (la primera viniendo de mi). Si les gusta y es clara en el detalle del procedimiento, me lo harán saber y les escribo más. Probemos entonces ….

Esta vez no solo podrás compartir el producto final, también el tiempo que dura su preparación.

Espero tengas mejor suerte que yo. En casa estuvieron todos ocupados justo hasta  el momento en que los panes estuvieron listos. ¡que casualidad! ¿no?.

Pero seguro que a Raúl, compañía le va a sobrar, y a él va dedicado este post para que lo comparta con sus muchachos del taller de radio.

Ingredientes

Masa

Harina 0000 1 kg

Agua 500 cm3

Levadura fresca 50 g

Manteca 100 g.

Sal 20 g.

Sabores

Cebolla o cantimpalo o aceitunas negras o lo que más te guste 200 o 250 g va a ser suficiente.

Queso de pasta dura para rayar 30 g.

Y una yema de huevo.

Preparación

1. Diluir la levadura en un vaso de agua. La frescura de la levadura es fundamental. La variante de usar levadura en polvo es válida, pero haceme caso a mi que ya probé, y me quedó más rico con levadura fresca.
2. En un bowl amplio volcar la harina y la sal, mezclala bien y forma un hueco en el centro.
3. Agrega el agua con la levadura y parte del agua restante (no toda aún).
4. Comenzar el mezclado. ¡Dale dale con las manos papá!
5. Agregar la manteca (que este ya blanda) y el agua restante a medida que la masa te lo vaya pidiendo.
6. En fin, cuando veas que algo se unieron los ingredientes, bajas la preparación a la mesada y …. a amasar con ganas.
7. Aplastar el bollo y agregar el sabor elegido. Cerrarlo  y seguir amasando. En caso que hayas elegido cebolla, tal vez sea necesario un poco de harina extra por la humedad que aporta. Ningún problema, en todos los casos que la masa aún te quede chirla agregás harina de a poco.
8. La importancia del amasado no solo es para la unión de los ingredientes, aún cuando ya se haya formado el bollo, al seguir amasando estarás desarrollando el gluten del trigo, dicho en criollo, estarás dando fuerza y tenacidad a la masa y los gases de la fermentación de la levadura no podran escapar. De esta manera se formarán pancitos tiernos y esponjosos.  Entonces dale, ¡amasá un poco más!
9. Una vez formado el bollo, separar la masa en 4 o 5 partes. Tomar de a una esas partes, formar un chorizo con ella y cortar porciones de masa de 40 g. y estibarlas sobre una bandeja levemente enmantecada; cubrir las piezas con un paño de cocina.
10. Hacer bollitos con cada una de las piezas y volverlas estibar. Que las fotos me ayuden un poco.



11. Ahora, el monento de la charla con quien te este acompañando, pues hay que esperar que las levaduras hagan su trabajo y provoquen que las piezas doblen su volumen. El tiempo de espera para el levado de las piezas dependerá de las condiciones de temperatura y humedad del ambiente donde se está haciendo la producción. Idealmente si estás en casa, colocás la bandeja en una parte alta de la cocina. Profesionalmente irian a la fermentadora, donde se puede tener control de la temperatura y nivel de humedad, pero no importa ahora, no es nuestro caso.
12. Tomar las piezas volverlas a bollar, volverlas a dejarlas reposando para que vuelvan a fermentar.
13. Mientras tanto aplicar doradura por encima (yema de huevo batida con una cucharada de crema). Coronar con queso rayado.
14. Horno precalentado 200° C, y cocinar las piezas 20′, o hasta advertir que ya tomaron la coloración que tienen en la foto.

Comerlos calentitos recien salidos del horno es para mi la mejor forma de disfrutarlos. Para el caso que no se consuman en el momento, dejarlos enfriar antes de almacenarlos. Si se van a envolver que sea en bolsas de papel y no de plástico.

Se pueden congelar en envase o bolsa de cocina hermético. En este caso dejar las piezas una hora a temperatura ambiente  y golpe de horno, de nuevo estarán listos para comerlos como cuando recien horneados.

Por último, como siempre … ¡a compartir!.