Es difícil escribir algo sobre Venecia que no se haya dicho cientos de veces con anterioridad. Destino de millones de turistas cada año, su peculiaridad y su exquisito romanticismo se perciben paseando por cada uno de sus rincones o navegando por cada uno de sus canales. Pero precisamente por este motivo y por ese carácter excesivamente turístico, no siempre resulta sencillo acertar en lo gastronómico. En muchas ocasiones en visitas de pocos días uno cae el lo típico y fácil y su exquisita gastronomía puede pasar desapercibida injustamente, puesto que se trata de una deliciosa y variada cocina Mediterránea digna de ser saboreada.

Este verano hemos hecho una escapada de cuatro días y podemos corroborar todo lo que de ella se dice, pero curiosamente de lo que se escribe mucho menos es de su paticular gastronomía. Su gastronomía esconde especialidades donde además de pizza y la pasta, típica en Italia, podemos encontrar otras marcadas por productos marítimos de su laguna, además de carnes, verduras y los típicos dulces venecianos, todo ello siempre bien regado por un variado surtido de vinos y cocktails.

Venecia en términos generales resulta cara y eso no es una excepción cuando hablamos de su gastronomía. Sin embargo como digo en muchas ocasiones comer mal puede resultar más caro que comer bien, si uno valora la relación calidad precio y diferencia lo caro, de lo costoso.

La gastronomía predominante es la orientada a los turistas, sobre todo en las zonas más céntricas podéis encontrar puestos de pizza al corte, kebab, bruschetta, sandwiches, frutas cortadas, etc. que permiten comer y seguir caminando  pero donde la oferta es muy similar, aunque sea una opción económica y cómoda si uno quiere aprovechar el día. Luego en estas zonas existen también muchos pequeños ristorantes, trattorias o osterias de comida tradicional que exhiben sus menus turísticos, pero precisamente es aquí donde debéis poner especial cuidado.

Hay muchos y varidos ristorantes de este tipo y son una gran opción para comer bien y a buen precio en Venecia que además permite degustar platos de cocina tradicional veneciana. Ahora bien, mi recomendación es que sigáis dos reglas básicas, evitar las zonas excesivamente turísticas y evitar siempre los menús turísticos, además de tener menor calidad, al final  estos menús pueden resultar más caros puesto que normalmente no incluyen ni la bebida, ni el poste ni el cubierto.

En pequeños bares (bàcari) u osterías podéis encontrar una de las comidas más famosas de Venecia, los cicchetti, que para que os hagías una idea son como nuestros pinchos o tapas. Por este motivo tienen gran variedad pero además de algunos quesos y fiambres, destacan las albóndigas, las verduras asadas o fritas, polenta, tomates secos, brochetas de pescado frito, canapes de bacalao o la Sarde in saor, riquísimas sardinas escabechadas con cebolla y vinagre. Para acompañarlos un vino fresquito la mejor elección, sobre todo en época veraniega. Os recomiendo un Prosecco, excelente vino blanco espumoso y seco que se elabora en los montes de los alrededores de  Conglediano y Valdobbiadene aunque también podéis optar por el Soave o el Pinot Grigio y si preferís tinto podéis probar con los deliciosos Valpoliceila, Cabernet o Amarone.

Existen otras bebidas típicas como la famosa grapa o combinados donde el vino blanco Poseco tiene variado protagonismo. Como en el famoso Belini (zumo de melocotón con Proseco) o en el sgroppino (sorbete de limón con Prosecco) o en el delicioso y siempre refrescante Spritz, en el existen diferentes variedades combinando soda y Proseco con Aperol (licor de naranja) o con Campary, mas dulce el primero y más seco y amargo el segundo.

Los productos de la laguna permiten incorporar productos locales a los platos como la sepia, con la que se elabora un exquisito rissoto y también pasta. La canocia, que nosotros conocemos como galera o cigarra de mar, también es muy habitual en algunas recetas o simplemente cocidas.  El moscardino de Caorle, molusco similar al pulpo, el róbalo, la anguila, la lubina, el salmonete, el lenguado, los camarones, los cangrejos, los mejillones y muchos otros.

La Polenta y el arroz son base de la dieta veneciana. En el caso de la Polenta la acompañan acompañan casi con cualquier cosa a modo de guarnición, como sobrasada, pulpitos, camarones, anguila, etc. Los risottos se elaboran con arroz de gran calidad cultivado en el Veneto el arroz y sus múltimples variantes son platos habituales y simpre un acierto, en especial el típico veneciano Risi i Bisi (con guisantes y jamón) o el Risotto al Nero di Seppia que se elabora con un guiso de Sepia en su tinta como el utilizado para la pasta.

Si queréis ver la variedad de frutas y verduras pasaros una mañána por el Mercado de Erbaria. Respecto a las carnes y embutidos también tienen bastante presencia en la dieta veneciana e incluso se preparan ricos patés, salchichas, embutidos, jamón cocido y el curioso speck, un jamón curado, salado y ahumado elaborado con enebro.

Si lo que ya os he contado os parece poco, Venecia es tierra para golosos y al final de la comida siempre podéis degustar fabulosos postres y dulces. El Rey es el Tiramisú que es originario de esta zona de Italia del que podéis probar fabulosas elaboraciones pero también hay famosas y exquisitas pastas, tartas, mazapanes y hasta merengues para los más golosos. Si queréis ver toda la variedad pasaros por la Pasticceria Marchini que posiblemente sea la mejor repostería de Venecia.

Después de leer estas líneas estoy seguro que no pasaréis la gastronomía veneciana por alto si tenéis oportunidad de visitar esta maravillosa e inolvidable ciudad. Por mi parte espero poder contaros próximamente alguna cosa más de los lugares donde hemos comido.