Cuando hablamos de la Seu (Denia) hablamos de pretéritas estrellas Michelín… me he tomado mi tiempo para escribir el post, pues como dice Jlastras hay que reposar los artículos para que las sensaciones reales afloren (jlastras dixit más o menos).
En fin, ¡qué decir!, en Denia, Agosto, cocina y mesas a tope y nos presentamos sin reserva ante un maître con una sonrisa en la boca… pues fue espectacular un trato impresionante, sin saber que éramos del Laboratorioastronómico nos ubicó en la mejor mesa, le pedimos permiso para fotografiar y no sólo nos lo dio, sino que nos indicó sitios donde obtener las mejores perspectivas, se interesó por cada detalle durante la comida y nos tras sortear a varios comensales se interesó por lo que nos había parecido al salir. Ese maître no tiene precio. Eso es lo que hace que un restaurante bueno se convierta en uno mayúsculo (y no es sorbete de hígado con plátano) pues vuelvo a insistir, la satisfacción de comer en un restaurante está compuesta de dos variables: calidad del plato y trato. Da nada sirve la mejor comida del mundo si no te encuentras a gusto y a la inversa, en el fondo estamos hablando de equilibrio; disfrutar de la comida y del lugar sin maniqueísmos o maîtres que se creen descendientes del Cid o al menos te hacen sentir como ganado. ¡Ahí está la clave! ¿Es tan difícil de comprender? Debe serlo.
Bueno, obviamente no es el caso de un restaurante donde el servicio y la cocina están fuera de lo común como La Seu y ni mucho menos de su taller de tapas donde pudimos observar el trabajo de su cocinero, el superlativo, Miquel Ruiz, llamado a liderar en los años venideros la nouvelle cuisine española.
La cena fue sencilla, elegimos diferentes tapas entre las que podemos destacar la sangre con cebolla sin sangre o la anchoa Lolín asada con arcilla y regada con aceite –transcribo del menú- “Masía el Altet” (considerado el mejor aceite del mundo) o la ensalada de uva con caballa y helado de vinagre balsámico. Todas sobresalientes, no acompañamos con vino, fue agua mineral y cerveza y los postre no desmerecieron los principales destacando el postre de sandía.
En definitiva un lugar recomendado y muy recomendable.
La Seu
C/Loreto 59
Denia (Alicante)
España
Telf.: +34 966 42 44 78
Apenas unas líneas para hablar de la Seu. Tengo que adelantar que las numerosas veces que he acudido han sido en temporada baja. Opiniones fiables me han comentado que la atención y quizás la cocina se resienten -no es de extrañar- en las fechas de alta ocupación turística. También se resiente el ruido, pues la configuración del local no es de las que posibiliten mucha absorción de decibelios.
El local es bello, moderno y muy cuidado en los detalles, como los baños. No remite, salvo en su acertadísima fachada gris antracita, a un pueblo levantino de 50.000 habitantes -turisteo aparte- sino a un local última moda en una gran capital.Nadie ha regateado un duro en arquitectura y acabados. La iluminación natural cenital hace que ofrezca dos aspectos, diurno y nocturno (prefiero la mañana, entrando luz a chorro limpio) que justifican visitas en diferentes horarios.
El servicio cordial y más que correcto y la cocina francamente rica y óptimamente presentada. Algunos de los platos son una maravilla: unos indescriptibles buñuelos de bacalao, un ceviche de corvina con su cilantro y mango., ricos postres de cocina…
Variada y variable carta, con numerosas referencias y guiños locales -arroces a mediodía, las morcillas sin sangre citadas en el anterior comentario, los mismos buñuelos, que se aborda en un ambiente informal pero espléndidamente atendido (también hay barra, pero esa sólo la practicamos los especialmente adictos al aperitivo y al “levantamiento de vidrio en barra fija”, la clientela alemana no acompaña)
En temporada baja octubre-mayo y de lunes a jueves, tienen un estupendo menu de cena de tapitas para mesas completas con precio imbatible…
La de vinos es muy correcta, con numerosas referencias alicantinas, y el cava siempre presto a ser servido por copas.
Nunca he comido en la primera planta -el restaurante más formal- pero es de las cosas que tengo pendientes… No voy mucho a Dènia y, siendo la Seu visita obligada, una vez por la mañana y otra por la noche, hay que acudir a otros locales, con otra oferta y estilos: A no perder la carta tradicional, recuperando platos de cocina local, incluyendo casquería clásica, algunos de ellos sólo por encargo, de Miguel-Juan, en la misma calle Loreto y acera que la Seu apenas a cien metros de esta en dirección al Ayuntamiento.