Foto de egonwegh

En la parte baja de este impresionante y singular edificio que alberga la biblioteca pública de Amsterdam, se encuentra el restaurante del que os quiero hablar hoy. Un restaurante italiano llamado Vapiano.

Antes de hablaros del restaurante no querría dejar de dedicar unas líneas a este edificio. La OBA (Openbare Bibliotheek Amsterdam) está situada próxima a Central Station en la parte norte de Amsterdam y su diseño moderno y funcional fue concebido para que su visitante disfrute de su cómodo interior y de sus vistas para que siempre invite a pasar largo tiempo en su interior. Su interior casi alcanza los 30.000 metros cuadrados y entre otros servicios e instalaciones alberga un teatro.

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El restaurante Vapiano es resultan tan curioso como el edificio que lo alberga. De la misma forma tiene un concepto moderno y funcional y además la variedad y calidad de su cocina son acordes con sus instalaciones y su precio. Contiene un gran comedor con buenas vistas y un disposición irregular de mesas altas y bajas en las que degustar la comida.

En el centro de la sala resulta curioso que tengan su propio invernadero destinado al cultivo de hierbas frescas que luego imagino utilizan en sus recetas. Diferentes mostradores a modo de sala de hotel ofrecen diferentes especialidades a los comensales; Pasta, Pizza, Ensaladas y antipasto y Bar permiten al visitante componer su propio menú que será preparado en el momento.

Los sistemas electrónicos de Vapiano facilitan mucho la gestión del lugar. Cuando entras una tarjeta “magnética” es entregada a cada comensal y será al presentarla en cada mostrador cuando se le vayan cargando en la misma el precio de los platos que vaya ordenando de forma que cuando abandone el restaurante, en la planta baja, se le entrega al cajero que cobrará la comida. También para avisar cuando la pasta fresca esta cocida y preparada entregan unos avisadores de estos que vibran cuando tu plato está listo.

Tomamos una ensalada caprese con buena mozzarela y tomate, una pizza bastante decente y una parta fresca a la arrabiatta y todos ellos dieron la talla. Además tomamos varias cervezas y la cuenta fue muy razonable.

Sin duda una lugar para visitar donde disfrutar de buena arquitectura y buenas vistas y de una comida con excelente relación calidad precio.

Siento la calidad de las fotos pero no llevaba la cámara y las tomas son con la Blackberry.