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Foto de Tambako the Jaguar
 

No podíamos hacer un artículo sobre los lácteos sin hablar de sus derivados. Los principales derivados son la nata, mantequilla, quesos, yogures, cuajadas y helados. Comentar todos los procesos de elaboración seria muy largo y nos ocuparía mucho tiempo, así que afrontare sus propiedades nutricionales y los aportes a nuestra salud.

La nata es un producto muy rico en grasa (alrededor del 30-50%), que se obtiene por centrifugación o por reposo.

Mantequilla, alimento que también contiene una alta cantidad de grasa, y concretamente de grasas saturadas, que como sabemos son bastantes nocivas para nuestro sistema cardiovascular. Han perdido mucho terreno por la utilización de margarinas de origen vegetal y en teoría grasas insaturadas, mucho más saludables. Pero la mayoría de estas sufren un proceso de industrialización que se llama hidrogenación, para que puedan mantenerse en estado sólido. Y en este proceso de añadir hidrogeno a estas grasas las convierten en tan nocivas como las saturadas. En definitiva es igual de sano tomar mantequilla o margarina, lo mejor es sustituirlos por aceites vegetales como el de oliva.

Lo que no es bueno, como pasa en algunos países del norte de Europa que abusan de este alimento  en su cocina.
Pero si estamos sanos podemos tomarlos de vez en cuando sin abusar.

Los quesos, son una forma muy  antigua de conservar y transportar la leche. La variedad de quesos es prácticamente infinita y es uno de los productos más consumidos en el mundo occidental. La procedencia de su leche es de diferentes animales, no sólo de  la vaca, sino que los quesos elaborados con leche de oveja, cabra o incluso de búfala, o mezclas de varias leches son muy consumidas y son quesos con una gran reputación. También influyen mucho el tipo de cuajo que se le añade, el tiempo y condiciones de maduración, y la extracción o no de la mantequilla antes de la coagulación.

Por esto tenemos quesos que tienen un contenido graso de un 60%, y otros que tan sólo contienen un 10%. También al perder mucha agua, suelen tener un contenido más alto en proteínas.

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Foto de sergis blog
    

Los yogures son leche coagulada por la acción de unas bacterias, que la fermentan y metabolizan la lactosa. Por lo que este producto ha perdido gran cantidad de este hidrato de carbono: la lactosa, que es el principal agente en las alergias como vimos en el artículo anterior. El ataque de estas bacteria hace que este producto sea mucho más digerible, tengan un contenido más alto de vitaminas del grupo B y tiene un efecto regulador sobre la flora intestinal, pero no por estas bacterias, que llegan ya muertas por los ácidos del estomago, sino por la cantidad de acido láctico que contiene.

Que sepáis que es el producto lácteo que más ha aumentado el consumo, y que como muchos veréis anunciados con un montón de propiedades saludables. Hay muchos productos que no son yogures, todos aquellos que podáis conservar fuera de la nevera no son yogures, serán bebidas lácteas a las que les añaden otros productos.

Están muy de moda los yogures a los que les añaden unos microorganismos como Lactobacilus bifidus o Lactobacilus acidophilus, al parecer estas bacterias aguantan el PH del estomago, llegando vivos al intestino grueso y ayudando a regular nuestra flora intestinal. Pero saber que en este tema la comunidad científica tampoco esta deacuerdo en que estas bacterias nos ayuden a regular nuestra flora, es un tema más de controversia.

Por último hablaríamos de los helados y sorbetes. EL problema aquí es la muy diferente composición de estos productos. Tienen un contenido graso entre un 2-10% de grasa. Algunos de ellos contienen yemas de huevo pero otros no. El hidrato de carbono utilizado normalmente es la sacarosa (alrededor de un 15%), el que todos conocemos comúnmente como azúcar de mesa, que es una combinación de glucosa y fructosa y algunos tienen un contenido en frutas y otros no.

En resumen y según la información que he podido recopilar, no hay datos contundentes para inclinar la balanza a ninguno de los dos lados.

Los lácteos son un alimento rico en proteínas, pero también en grasas, y de las grasas menos saludables. Una solución son los alimentos desnatados.

Producen alergias, por sus proteínas (caseínas), y bastante más por la lactosa (hidrato de carbono). Para los que puedan pensar en que lo son, que se hagan unas pruebas, sino, los alimentos que menos la contienen son los yogures y los quesos.

La otra razón por lo que son consumidos es por su aporte en Calcio, fundamental para el mantenimiento de la densidad ósea y para otros muchos procesos (impulso nervioso, contracción muscular…), pero lo podemos sustituir por otros productos. Ya hablaremos sobre este apartado en otro artículo.

Solo una reflexión, la esperanza de vida más larga la poseen lo japoneses y no consumen apenas productos lácteos, están comenzando ahora con el proceso de globalización. Pero entiendo que vivimos en la otra parte del mundo y aislarse de nuestra costumbre o cultura es muy difícil, por lo que la decisión, como siempre es vuestra.

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