Cuando un disfruta lo que yo disfruto con la gastronomía y tiene que organizar un evento gastronómico en el ámbito personal, podríamos decir que uno se exige bastante, posiblemente demasiado.

Os cuento esto porque no hace mucho tuve que organizar una celebración de ámbito familiar para celebrar mi 40 cumpleaños y la ocasión requería algo especial, algo más meditado, donde nada fallase y que lo incluyese todo; buen precio, comodidad logística, encanto, carta variada, buena cocina, bonito entorno y por supuesto, diversiones para los niños.

Tras barajar diferentes opciones e intentando considerarlo todo, el lugar finalmente elegido fue el Restaurante La Cabaña de Soto de Real, en Madrid.  Me habían hablado de el, había leído algunas cosas y un amigo de total confianza, pero con gustos algo distintos a los míos, me lo aconsejo como una gran opción.

Me acerqué a conocerlo el día antes de la reunión familiar y confirmé lo que mi amigo me había indicado. Excelente trato desde el minuto cero por parte de Marina, buena y equilibrada carta con bastante variedad y pensada también para los más pequeños, comedor agradable y acogedor y una buena parcela en la parte exterior de restaurante donde los niños podrían correr y echar la tarde, disfrutando así niños y mayores.

El día de la velada comenzaría con lo que luego se tornaría en un gran acierto. Tras que el restaurante preparase una mesa de tipo imperial para dieciocho personas según habíamos acordado, decidimos reducirla a doce manteniendo su disposición y preparando una mesa para los más pequeños cerca de la principal. Es decir adultos en una mesa y pequeños en otra, gran acierto!, porque comieron fenomenal y se lo pasaron mejor. De los adultos ni hablamos.

La Cabaña tiene una de esas cartas que te dan que pensar, una de esas cartas que te cuesta elegir y que debido a su variedad y sugerencia te hacen cargar un poco más en los primeros y tender a compartir los segundos. Si os gusta comer sentiréis que os apetece probarlo todo. Al final cuidado, porque el tamaño de las raciones no es pequeño y en algunos casos podéis pasaros.

No puedo dejar de compartir un simple pincho de pisto con huevo de codorniz que tomamos en la barra con una caña perfectamente tirada y en su punto de acidez y frío, que estaba excepcional y que resumió perfectamente, sobre un simple trozo de pan, el poderío de la cocina casera de La Cabaña.

Entre los primeros desfilaron unos magníficos Lomos de Anchoa del Cantábrico sobre Pimientos coloraos, unos exquisitos Rollitos de Morcilla con Pisto donde la morcilla viene envuelta en una pasta brick o su famoso, y no en vano, Foie de Pato en Terrina Caramelizado con Reducción de Pedro Ximénez y un correcto Salmorejo.

Entre los segundos disfrutamos de la variedad de su carta, rico, aunque puede mejorar, villagodio para hacer en piedra en la mesa con buena guarnición, huevos fritos con jamón y pimientos de padrón, fresquísima y buena rodaja de merluza en salsa verde cocinada en su punto, Bacalao con Alioli y Cebolla Confitada, plato este, en el que en mi humilde opinión, la combinación quizás no esté demasiado conseguida.

En el capítulo de cuchara tomamos unos fabulosos callos, tiernos, bien guisados y con su salsa bien trabada y trabajada, y unos riquísimos, poco vistos y sabrosísimos, Garbanzos Guisados con Langostinos.

A los postres llegamos rotos, pero terminamos con alguno al medio. Leche Frita y una magnífica Tarta Tatín acompañada de helado de vainilla, fueron los elegidos.

El balance fue muy positivo, la zona del comedor que nos prepararon a modo de reservado, magnífica! y el servicio atento, dispuesto y profesional, aunque en ocasiones pueda resultar escaso en número. Los tiempos de los platos bien en los primeros, pero quizás, tomaron demasiado tiempo entre primeros y segundos. Puede que exista un ligero desequilibrio entre la cocina y los completos de su comedor.

El precio entre 35-45 euros dependiendo siempre de las opciones en los platos y en los vinos. Además la relación calidad precio de La Cabaña es excepcional, por lo que todo ello lo convierte en un lugar altamente recomendable y una gran opción en compañía de los más pequeños, máxime si os acompaña la climatología.

He vuelto con posterioridad a este evento y he probado nuevo platos y todos mantienen la línea comentada. Ejemplos de comida tradicional como la Perdiz Estofada, las Manitas de Cerdo Rellenas, la Carrillada de Ternera con Risotto bien guisada acompañada de una exquisita guarnición y en particular, de lo último que he podido probar, me quedo con su extremadamente sabroso y bien aderezado y condimentado Steak Tartar con Galleta de Parmesano.

Aquí os dejo las fotos para que os hagáis una idéa.

Restaurante La Cabaña
Pza. Chozas de la Sierra
Soto del Real
28791 Madrid
España
Tlf: +34 91 847 78 82
Web: http://www.lacabanadesoto.com
Email: info@lacabanadesoto.com