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He recibido de un amigo una página de la revista “El Gourmet” que incluye  en su número de septiembre de 2008, el siguiente artículo:
 
“… Un hielo de calidad evita la resaca. “La gente siempre lo achaca a un mal alcohol –afirma Javier de las Muelas- y no es lo habitual en la España de hoy”. Si cuando preparamos una long drink utilizamos hielos de color blanquecino, que no son compactos, se deshacen más rápidamente, ayudados por la fuerza del gas del refresco. Eso hace que las sales –que le dan esa opacidad- se conviertan en pequeños alfileritos que se deslizan a gran velocidad por el torrente circulatorio y se clavan en nuestras neuronas dejándolas laceradas, provocándonos ese dolor de cabeza tan nefasto. “
 
Al principio me hizo un poco de gracia, pero luego recordé que de pequeño tomaba un poco de agua con azúcar y limón antes de hacer ejercicio para evitar que el acido láctico, en forma de granitos de arena, penetrara en mis músculos y provocara intensos dolores conocidos como agujetas. Posteriormente diversos estudios han demostrado, que las agujetas son roturas micromusculares debido a la no realización de ejercicio físico de forma habitual y que nada tienen que ver con la ingesta de azúcar. Sin embargo aún no hay estudios sobre el hielo y las resacas, por lo que no puedo juzgar el fondo científico de dicho  artículo.
 
Sin embargo propongo hacer una prueba:

1. Hacer hielo cristalino: Basta con hervir agua (preferiblemente mineral), dejarla enfriar y volverla a hervir, verterla en una cubitera metálica y colocarla lo más lejos posible del  pescado del congelador.
2. Hacer hielo blanquecino verter una pizca de sal en agua de grifo y disolver, colocar en el congelador cerca del pescado.
3. Una noche toma con tu pareja las mismas copas, siempre con alcohol de calidad … pero con distintos hielos (todo esto se puede mezclar con un poco de ejercicio… esa noche… para comprobar lo de las agujetas). Basta con esperar al día siguiente para evaluar los resultados. Ya os informaré.

Vía – Revista “El Gourmet”