Sudestada es uno de esos restaurantes que evidencia que no hacen falta más de quince platos en una carta, para cautivar a la clientela de un restaurante.
Hace casi diez años tres jóvenes socios argentinos abrieron en el barrio de Palermo Hollywood en la ciudad de Buenos Aires un pequeño restaurante llamado Sudestada, que tenía como misión ofrecer una visión distinta de la comida asiática en esta ciudad. Hace poco más de dos años, Estanis Carrenzo, uno de los socios se trasladó a Madrid para abrir un local con el mismo concepto en el madrileño barrio de Chamberí.
Lo primero que sorprende de su restaurante en Madrid es su pequeño local (30 comensales) y la nula preocupación por la decoración y los detalles. Madera y azulejo blanco son los dos únicos materiales utilizados para la decoración y un extraño reloj gigante colgado en una de sus paredes. En la planta baja, donde sólo hay un par de mesas, se exhiben en una estantería diferentes productos y bases de cocina asiática, que no están a la venta y que utiliza la cocina del restaurante, confeccionando una versión creativa de una despensa mostrada al público.
A la sorpresa inicial se le une la lectura de la carta donde como digo encontraréis pocos platos, no busquéis más hojas, en una entran todos. Comenzaréis a daros cuenta que la acústica del local es horrible, mucho ruido, en ocasiones se hace difícil escuchar al camarero aunque le tengas a un metro. Pero olvidaros de todo y dejaros llevar y es aquí donde ya deberíais de empezar a disfrutar, a estar relajados y expectantes por este ambiente desenfandado pero auténtico. Os garantizo que comienza toda una experiencia de degustación de la más auténtica comida asiática y que estoy seguro no habréis tenido en Madrid, quizás en estos contrastes esté la clave de su éxito.
Nosotros por ser la primera vez nos pusimos en manos de la cocina y pedimos lo que ellos denominan Set Menu, que no es otra cosa que un menú degustación.
Empezamos con unos fantásticos Nem Tom, unos rollos de primavera vietnamitas rellenos de cerdo y gambas que se comen envolviendo en una hoja de lechuga el rollo, en la que también te las tienes que apañar para incorporar un poco de ensalada de col y zanahoria que le acompaña, brotes de soja y diferentes hierbas frescas como cilantro, hierbabuena y albahaca.
Una vez lo tengas listo lo mojas en la salsa agripicante y listo para degustar. La fritura, el relleno, los acompañamientos y la frescura y sabor de sus hierbas, todo es fantástico y empiezas a comprobar la autenticidad y simplicidad de la cocina de Sudestada.
Continuamos con unos deliciosos Singapore Dumplings que para que os hagáis una idea son parecidos al Dim Sum. En este caso se trata de pequeñas empanadillas hervidas al estilo Singapur rellenas de carne de cerdo y que se toman acompañadas de una salsa de soja con sésamo.
El último de los entrantes fueron unos rollos filipinos que denominan Lumpiang de Verano y que en su versión Sudestada están rellenos de vegetales y pollo y que para degustarlos se parten al medio, seguimos con la mano, y se incorpora en su interior una salsa de soja mezclada con vinagre de coco y luego se mojan en una salsa agripicante, sencillamente exquisitos.
Sigamos con los platos principales …
El primero fue el Bun Cha, una par de brochetas con diferentes preparados de carne de cerdo acompañados de fideos de arroz, lechuga y mutiples hierbas que te tenias que ingeniar para pinchar todo y pasarlo por una salsa caliente de pescado antes de degustarlo. El punto de la carne y su sabor eran excepcionales y los fideos recogían en su interior la salsa que junto con las hierbas proporcionaban al plato una combinación excelente. Acompañando al Bun Cha nos sirvieron un Com Rang, un arroz frito Vietnamita que era un perfecto acompañamiento para el cerdo.
[img:2765781040,small]
Para terminar con los platos principales nos trajeron un curry de cordero bastante picante, excepcional y adictivo, acompañado de arroz blanco. La versión no picante fue un Muc Xao, sepia salteada con verduras, jengibre y salsa de cacahuete, que tenía todo el sabor a los vegetales con su salsa y al de la fresquísima y tierna sepia.
[img:2765781508,small]
En los postres más occidentales una rica copa con diferentes texturas de chocolate y helado de vainilla y una flan de gelatina de te verde.
La comida la regamos con varias Kirin, cerveza japonesas, y para finalizar degustamos una de las fantásticas y seleccionadas copas de Sudestada, un fantástico y bien servio Gin Tonic de Hendrick combinado con pepino y Fever Tree, excepcional cierre.
La cena, para dos, no llego a 100 euros por lo que la relación calidad precio es igualmente excepcional.
Sin duda alguna Sudestada es uno de los mejores restaurantes y más auténticos en lo que hemos estado últimamente, no os lo perdáis.
Restaurante Sudestada
c/ Modesto Lafuente, 64
28003 MAdrid
España
Tlf: +34 91 533 41 54
Pues para NO VOLVER !!!!!!!!!!!!!!!!!!
Comida ( y poca ) de restaurante chino normalito !!!!
Precios MUY CAROS !!!! 3 Personas = 149 € ( tomamos água )
Personal llllleeeeeeennnnnnnttttttoooooooossssssssssss de coj……
Un calor de los infiernos por que NO TIENEN aire acondicionado o no quieren o no saber ponerlo……
Para NO VOLVER !!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Estimado jlastras quería comentarte que estuve en Sudestada Buenos Aires, luego de leer el comentario de Esther, el que me llevó a leer tu artículo en Sudestada Madrid. Escribir una crónica no tiene sentido porque está todo escrito en la tuya. Lo que si voy a agregar, es que Sudestada Buenos Aires, se encuentra en Palermo, un barrio de la ciudad que se convirtió hace unos años en un polo gastronómico importante, por ende Sudestada cuenta con cierta calidez y estilo muy gourmet explícito, si bien la ambientación es muy parecida, la iluminación es tenue (estoy hablando de una cena Sábado por la noche), y las paredes si bien blancas estan revestidas en madera en lugar de cerámicos. Con Carlos, un Chef amigo, nos ubicamos en una mesa junto a la ventana que da a la cocina para poder tener un poco más de luz, y visualizar bien nuestros platos.
La barra de tragos está allí, para los que no hicieron reservas puedan esperar pacientes, el mismo reloj está ubicado en el medio de la misma pared, la carta es de una sola página, etc. todo igual. No encontramos un plato degustación, por lo cual, tuvimos que hacer un sacrificio y pedirnos 2 platos en cada uno de los 3 pasos. Ana, la camarera, muy atenta y experimentada, luego de describirnos y sugerirnos 2 platos como entrantes y 2 como principales, preguntó – … y bien ¿cuales van a ordenar? … – Todos respondimos. Y te aseguro que no sobró nada.
A nuestra cotización del Euro, también resultó la factura (la adición, la cuenta, el ticket, no las de panadería) en menos de 100. Pero cuidado, para nosotros eso costoso.
Excelentes materias primas, excelentes técnicas, excelente atención, valió cada centavo.
La única gran diferencia: la belleza de Ana. Inevitable mi amigo, es Argentina.
Me apunto el dato porque me toca organizar las comidas de negocios cuando vienen los alemanes. Tiene una pinta estupenda el local. Anécdota: son las personas más tiquismiquis que he visto en mi vida con el gin tonic, y lo único que aceptan con una Seagram o una Martin Millers es la Schweppes, he intentado convencerles y nada, dicen que cómo rompe la burbja de esta no lo hace nnguna :)
es muy buena la decoracion se antoja degustarlos platillos me gustaria saber mas aserca de este lugar y pongan mas platillos