El pasado mes de mayo escribía un artículo sobre el triste acontecimiento por el que pasaba la cocina española de la mano de las declaraciones realizadas por Santi Santamaria. Durante semanas hemos tenido esta polémica presente en todo tipo de medios e incluso su eco ha llegado a otros países y a medios internacionales. No en vano la gastronomía y la cocina española gozan de un prestigio y reconocimientos internacionales que dicha polémica a venido a enturbiar.

Me produce tristeza, pero me produce una profunda pena que un cocinero, un profesional de la gastronomía española de la talla de Santi Santamaria monte esté teatro mediático para arremeter contra algo que durante los últimos años a llevado a nuestro país a lo más alto de la gastronomía mundial. Lo siento pero no por venir de quien viene me da que pensar o le pongo la presunta dosis de prestigio acorde con el personaje, simplemente no lo entiendo. No se que puede llevar a una persona a realizar estas declaraciones de esta forma y decir, no tanto las cosas que se han dicho, sino la forma como se han dicho y como se han ido modulando según el ruido mediático que iban produciendo. Hasta podría pensar que el debate es interesante, pero por Diós Santamaria!! traído y llevado de otra manera.

Como no entendía nada, no quería cerrar esta polémica y mi opinión inicial expuesta en el artículo que escribí hace algunas semanas sin leer el nuevo libro de Santi Santamaria. No se si al hacerlo he caído en su propia trampa, si he tomado de su propia medicina o me está evangelizando o algo así, pero lo que si que se, es que tras leerlo le entiendo mejor. Compré el libro hace algunas semanas y no he tenido tiempo de escribir esta reflexión hasta hoy, pero las ganas con las que tomé su lectura hizo que me llevase  poco más de una semana. La Cocina al Desnudo es un libro de lectura intensa, denso y desordenado, con cientos de reflexiones y pensamientos -aunque se puedan resumir en unos pocos- que hacen percibir un texto sincero y desgarrado, pero sobre todo contradictorio. Contradictorio no sólo por su contenido, sino contradictorio entre quien lo escribe y entre quien ha realizado las declaraciones, en algunos casos parece que estemos hablando de personas diferentes.

Una cosa importante que no quiero dejar de señalar que en el interior del libro podemos encontrar una carta escrita dirigida a Ferrán Adriá en la que le dice, entre otras cosas, el ruido que se iba a montar antes de sacar este libro a la venta. ¿os parece presentable? ¿entendéis lo que pretende? ¿vender más libros? no lo creo, entiendo que le dará lo mismo por lo económico y además dijo que los ingresos los iba a donar, yo creo que simplemente quiere que se hable más de el, lo siento pero no encuentro otra explicación.

Su libro es inquietante, emite duras e irónicas críticas a todo lo que se mueve, a todo lo que no está en línea con su forma de entender y comprender la cocina, la gastronomía, la alimentación, y muchas de ellas son tan merecidas como rotundamente ciertas, pero otras no puedo más que discrepar de ellas. Le entiendo mejor porque he leído cosas con las que no puedo estar más de acuerdo, por sentido común o por tratarse de opiniones compartidas, pero todas ellas son cosas que me han hecho ver a un hombre con criterio y con base sólida. Sin embargo hay otras que me revelan a un hombre encerrado, contradictorio, despechado, en el que pesa más el pasado que el futuro, aferrado a su origen y sin demasiado interés en su destino.

Cuando uno pone pasión en las cosas, cree en lo que hace y se deja llevar por lo que siente, … entiendo que se pueda caer en contradicciones, sin embargo e independientemente que discrepe con muchas de sus opiniones, lo que nunca podré compartir son sus formas, creo que nunca se deben perder las formas.