Entrada al Restaurante Ichiban

En mi continua valoración de las opciones japonesas de Madrid, el pasado sábado cenamos en el restaurante japonés Ichiban. Es uno de esos de los que había oído hablar en alguna ocasión y que tenía pendiente probar y una nueva mención durante una comida la semana pasada me lo recordó. No por ello tenía grandes expectativas pero la verdad es que no me esperaba lo que finalmente ha sido.

Ichiban cuenta con un amplio local situado en un pequeño callejón de la calle Alberto Alcocer. Lo primero que te encuentras cuando entras es una sala a modo de recepción donde está ubicado el bar que da servicio al restaurante. Después hay una zona de paso hacia el comedor en la que está ubicada la barra de sushi para 6 comensales y al fondo un amplio y prácticamente diáfano comedor con numerosas mesas, incluyendo cuatro de Tepanyaki, donde se observa mala iluminación y algunas mesas demasiado juntas.

Nosotros nos decidimos por la barra de sushi, ya he comentado en otras ocasiones que la primera vez me gusta ir a la barra, creo que es donde realmente puedes ver la esencia de un restaurante japonés, y mucho me temo que así fue aunque en este caso la conclusión no sea muy positiva.

Lo primero que te sorprende del comedor es la situación de la barra de sushi, ubicada en la zona principal de paso y ajetreo y al mismo tiempo estratégicamente frente a la puerta de los servicios. Posteriormente durante la lectura de las cartas llama la atención la gran variedad de platos que dan una buena perspectiva de la cocina japonesa y que además integra algunos menús confeccionados (Sol, Luna, Bento, Ichiban,…) que pueden ayudar a los que vayan por primera vez o no estén familiarizados con este tipo de cocina.

Antes de pasar a dar detalle sobre lo que comimos me gustaría situaros un poco en la escena de la barra de sushi, porque en ella radica, en gran medida, la sensación que nos hemos llevado del restaurante. Como ya he comentado y debido a su ubicación tan poco afortunada pudimos ver de todo, o bueno, casi de todo, porque uno de los tremendos defectos que tiene la barra es que sentado en tu posición es imposible ver lo que hace el Sushi Man, lo que sin duda desmerece bastante el concepto de la barra.

El Sushi Man estaba completamente saturado, era increíble!!, pensar que la carta tiene varias decenas de sushis y en el comedor entran unas 60 personas y por si fuera poco preparan pedidos para llevar, en serio daban ganas de echarle una mano, en hora y media que estuvimos frente a él no levantó la mirada de sus sushis y sus pescados. ¿Cómo no fallece en el intento? bueno pues aquí viene una de las cosas que menos me gustaron, tiene decenas de makis preparados con antelación y algunos pescados precortados para poder atender toda la demanda y esto desmerece tanto el concepto de un restaurante japonés como la calidad de sus resultados, máxime si ellos definen lo que hacen como Alta Gastronomía Japonesa. Por si fuera poco algunos de los pescados o las huevas de Ikura los vimos todo el tiempo fuera de las cámaras sobre la barra, supongo que para ahorrar tiempo. A mi izquierda, a escasamente medio metro había permanentemente dos camareros porque utilizan un extremo de la barra como punto logístico para que algunos de los camareros hagan lo que el Sushi Man no tiene tiempo para realizar, poner el Washabi y el Gengibre en los platos, decorar con salsas y cebollino picado algunos de los sushi, preparar los Karai Maguro o los niguiri de Ikura, en definitiva un auténtico descontrol que revela numerosas ineficacias, mal servicio, pero lo que es mucho peor en ocasiones falta de seguridad e higiene y ambiente muy poco cuidado.

A continuación voy a detallar algo más lo que comimos y mis sensaciones, porque a pesar de todo lo comentado no puedo decir que nada estuviese bueno, pero la verdad es que todo lo descrito no ayudaba en absoluto a llevarse una sensación positiva.

Karai Maguro

Para empezar fue una Ensalada de Wakame y Pepino que estaba buena, las algas muy sabrosas y la ensalada bien aderezada con soja y sésamo. Seguimos con un Karai Maguro que no estaba muy bueno, la salsa era como una Teriyaki y resultaba demasiado fuerte, además el Atún estaba lleno de nervios que hacían muy difícil y desagradable comerlo. La Tempura de Langostinos bien pero el rebozado algo alejado del auténtico japonés y sugería algo a estar congelada y preparada con anterioridad. De lo peor el Niguiri de Pez Mantequilla, por la textura y sabor del pescado y por la preparación y presentación. Respecto al Niguiri de Vieira, algo mejor, pero su preparación y el braseado de la Vieira realizado de forma imprecisa y sin ningún cuidado con la Vieira sobre el arroz, calentó de forma innecesaria el conjunto perjudicando el resultado final.

Niguiri Sushi de Pez Mantequilla

Un plato diferente que pedimos fue un Maki Tempurizado de Anguila con Queso y aunque no se pueda decir que estuviese malo si que se puede definir como una combinación no acertada porque ambos sabores se eclipsaban sin disfrutar una identidad propia de su combinación. Además yo creo que tempurizar así -me refiero a tempurizar exteriormente todo el Maki y freírlo- no es muy aconsejable.

Maki Sushi Tempurizado de Anguila con Queso

El Sashimi de Salmón bueno pero nos encontrábamos algo decaídos después de ver que era uno de los pescados que paseaban por la barra. Por último los Temakis de Cangrejo lamentables por su preparación. El Cangrejo bien frito pero estaban preparados con muy poco cuidado, sólo llevaban cangrejo y arroz y los presentaron inacabados con el alga nori totalmente abierta (eso sí, 9 euros cada uno).

Niguiri Sushi de Vieira

En definitiva decepción, decepción total cuando vemos que con una tremenda falta de coherencia la factura asciende a poco más de 120 euros lo que nos sitúa en más de 60 por cabeza.

Creo que el sitio tiene posibilidades pero deberían de mejorar muchas cosas para acercarse al concepto de Alta Gastronomía Japonesa que al parecer abanderan.

Ah! lo mejor de cena el vino Oroya y su espectacular maridaje con la comida japonesa, es afrutado e intenso y de muy baja acidez.

Restaurante Ichiban
Avd. Alberto Alcocer, 22 bis
Tel: +34 91 457 07 83
Tel: +34 91 457 03 09
Fax: +34 91 457 43 99
28036 Madrid, España
Web: http://www.restauranteichiban.com

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