Hay muchas formas de elaborar una salsa de tomate -creo que tantas como maneras hay de hacer una tortilla española- aún con los mismos ingredientes a nadie le queda igual.
Preparando el artículo, escribí en google “salsa de tomate”, aparecieron 480.000 entradas lo que os puede dar una idea de la variedad, tipos, opciones de preparación de una salsa que de un vistazo podría parecer vulgar.
Me gustaría discutir con vosotros la salsa de tomate perfecta. Unos me dirán que dependerá del plato, del acompañamiento otros que de la materia prima…habrá gente que incluya orégano, otros albahaca, cebolla, otros cebolleta, puerro, pimientos caldo de carne, de pollo, mantequilla, unos harán los tomates al horno y otros los servirán casi crudos, en definitiva, la lista puede ser infinita.
Quisiera proponeros un reto puramente objetivo, la salsa de tomate como fin en si misma, es decir LA SALSA PERFECTA, una salsa de tal calidad que pudiera consumirse sola, ni guarnición ni acompañamiento y que a su vez fuera el comodín para cualquier plato, desde el más sofisticado hasta el más simple.
Ahí va mi receta, como podéis ver abajo muy sencillita, pero a mi me encanta, aunque sin duda se puede mejorar. Os prometo que prepararé todas las que compartáis en el blog.
Espero vuestras recetas.
Ingredientes
½ docena de tomates pera + 1 tomate de ensalada (tirando a verde)
1 diente de ajo pequeño
¼ de cebolla
Aceite de oliva virgen
Azúcar (en función de la acidez, normalmente una cucharada pequeña)
Sal al gusto
1 cucharada sopera de albahaca seca
Preparación
- Se pelan y limpian de pepitas los tomates (la mejor forma es espachurrar los tomates con la mano empujando las pepitas hacia fuera). Se trituran con un rayador de queso.
- Se pica la cebolla muy fina.
- En la sartén se dora el ajo con el aceite y la cebolla. Cuando la cebolla está translúcida se saca el ajo del guiso y se añade el tomate la sal y el azúcar.
- Se cocina a fuego medio sin tapar (sí, sin tapar atentos a las salpicaduras)
- Cuando casi no quede agua echar el albahaca y remover.
- En el momento en el que comience a pegarse el tomate retirar del fuego y dejar reposar.
Por “simple” que se haga una salsa de tomate, la cebolla y la albahaca que no falten.
crastino, pues ya siento defraudarte pero no tengo una receta de salsa de tomate específica. Hace algún tiempo cuando en casa no gastábamos tanto tomate y yo tenía más tiempo si que solía hacer amenudo tomate en casa, pero ahora muy de vez en cuando.
Si lo hago es muy similar a la tuya, a veces lleva cebolla y ajo y a veces no, siempre azucar y la albahaca si la utilizo, es fresca.
Mi perdición es haber encontrado un buen amigo que me hace llegar el Tomate Frito Mata directamente de la fábrica de Alcaudete en Jaén. Lo puedes encontrar en la Boutique del Gourmet en El corte Inglés, pruebalo, pero no dejes de hacer tu Salsa Perfecta, y verás que calidad de tomate frito.
Sí, sí, Javier, esta salsa sirve para muchas cosas y la del Pulcinella es la mejor (por cierto, gracias por descubrírmela, aún la recuerdo ¿eran tomates del Vesubio ¿no?) pero tú tienes que tener tu propia receta. ¿Cuál es?
Un abrazo
Uauh Smuczij! Magnífica idea, seguro que a mi mujer le encantará ya que siempres sospechó que le echaba azúcar a la salsa.
Por cierto, la salsa Pomarola (imagino será una variante del italiano) ¿es buena también para carne?
un abrazo
crastino, dices bien cuando comentas que es difícil encontrar dos salsas de tomate iguales, lo que además resulta doblemente curioso dada la aparente sencillez de la receta.
Ciertamente le pasa como a la Tortilla de Patatas o a la Paella, en la que son pocos pero decisivos los factores que pueden influir en su resultado final, que ni a la misma persona le queda igual todas las veces aunque siga fielmente su receta.
Esta receta ciertamente puede dar lugar a una salsa que sirva para muchas cosas y que cuando forme parte de ellas las perfeccione y las haga superarse. No sólo pastas, como dice smucziij son fieles compañeras, probarla a juntar con unas Judías Verdes para realizar un exquisito plato de verduras salteadas, o con unos garbanzos o lentejas para una ensalada templada, o con unas lonchas de buen jamón serrano poco salado para elaborar unas magníficas magras con tomate, en definitiva un ingrediente elaborado pero básico y que no debería faltar en cualquier despensa.
Siempre comento que la calve del éxito del restaurante Pulcinella de Madrid (+34 913 197 363 Calle de Regueros nº7), no es sólo sus magníficas Pizzas y sus exquisita Pastas Frescas, sino la Salsa de Pomodoro que preparan a partir de tomates enteros en conserva que creo traen desde Italia. Todo plato que la incorpore hará las delicias de los comensales.
Gracias por tu artículo y por tu receta.
Esta salsa la conocemos en Argentina con el nombre de Pomarola y es muy popular para usarla con pastas de todo tipo. Yo personalmente me permito (a mi modesto criterio) hacer una sola corrección: en lugar de agregarle azúcar para quitar acidez al tomate, le pongo una pizca de bicarbonato (ese que se consigue en cualquier farmacia), lo cual le da un sabor absolutamente neutro. Es que el azúcar puede llegar a dejarle un saborcito dulzón. Lo uso para todo tipo de salsas y rellenos que lleven tomate (fresco o de lata).
Espero que lo prueben y no les disguste este aporte desde estas lejanas pampas.