No hay mejor época que el otoño para compartir una receta como esta. Se cumplen dos condiciones, la primera que es la época donde los níscalos están exhultantes y por otro lado comienzan los primero fríos serios que hacen que el cuerpo demande platos de cuchara que nos calienten en estos desapacibles días.

Para su elaboración necesitaréis poco más de cuarenta minutos y unos pocos níscalos y preferiblemente patatas gallegas (cachelos) que nos proporcionarán una cocción y una textura perfectas.

Los níscalos los limpiaremos con un paño húmedo y un pequeño cuchillo del que nos ayudaremos para raspar y quitar los restos de tierra que puedan tener adheridos. De no estar bien limpios el resultado del guiso será muy desagradable por la molesta tierra pero intentar no mojarlos con agua.

Ingredientes (para 4-5 personas)

500 gramos  de Níscalos
3 patatas (cachelos) grandes
1 cebolla pequeña
1 Hoja de Laurel
2 dientes de Ajo
1/2 cucharadita de pimentón dulce
1/2 cucharadita de pimentón agridulce
2 vasos de caldo de carne o pollo
1 poco de Aceite de Oliva Virgen
Sal

Preparación del Guiso

1. Limpiar cuidadosamente y cortar los níscalos.
2. Pelar y cortar la cebolla y los ajos en trozos pequeños.
3. Sofreír la cebolla y el ajo a fuego medio durante diez minutos.
4. Pelar y cortar las patatas en trozos regulares rasgando el corte.
5. A fuego medio añadir las patatas en trozos y rehogar durante otros cinco minutos.
6. Bajar el fuego y añadir el pimentón sobre el conjunto y seguir rehogando con el fuego bajo para que no se queme el pimentón.
7. Añadir el Caldo, el Laurel y dejar cocer unos 20-25 minutos, tras recuperar el hervor, hasta que la patata este casi lista.
8. Añadir los níscalos y dejar cocer otros 15 minutos hasta que las patatas este listas.

Presentación

Emplatar en plato sopero incorporando patatas y níscalos por igual.