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El otro día me pasó algo curioso que no puedo dejar de compartir junto con la reseña de este restaurante de Amsterdam.
Muchos sabéis que últimamente frecuento habitualmente Amsterdam aunque son pocos los días que saco tiempo y fuerzas para salir a cenar. El otro día, aprovechando que también coincidía en esta ciudad con jugendstil nos informamos son un compañero holandés sobre a que lugar ir donde degustar buena cocina holandesa y para mi sorpresa nos recomendó Las Cinco Moscas.
¿Por qué os digo para mi sorpresa? porque conozco las Cinco Moscas y nunca pensé que fuese a ser el restaurante recomendado por un holandés. Nunca lo había probado antes, pero lo consideraba un restaurante excesivamente turístico y para que me entendías, era como madrileño recomendar Casa Botín a alguien que te pregunte por un buen restaurante en Madrid. Que coste que no tengo nada en contra de Casa Botín, pero lo veo encuadrado en ese tipo de restaurantes que recomiendas por muchos más motivos que la calidad de su cocina.
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Hay algo que tiene en común con Casa Botín y es su antigüedad, aunque Casa Botín es más antiguo, este dicen que data del siglo XVII. Lo conocía perfectamente por fuera, esta ubicado en una preciosa esquina en un anciana y pequeña casa de la calle spuistraat, aunque realmente lo componen diferentes casas comunicadas.
El local ofrece nueva cocina holandesa en un entorno muy recogido y cuidado, bastante romántico, idea para ir en pareja y disfrutar de su recogido e intimo espacio. Su carta es corta y propone algunos menús que esconden alguna sorpresa, pero a primera vista muestra platos bastante elaborados.
De lo que tomamos y lo que probé resultó inicialmente curioso un Risoto de Cebada Perlada con Alcachofa Confitada y Tomate Asado, de cremosidad bien conseguida, con excesiva guarnición y que finalmente resultaba excesivamente pesado debido a la consistencia de la cebada. Además tomé una sopa de guisantes secos partidos con anguila ahumada crujiente, manzana y nabo. Servida demasiado templada, rica de sabor y con una gran toque crujiente y ahumado de la anguila tempurizada logrando un interesante contraste, pero nada sobresaliente. Mi segundo fue una liebre elaborada de tres maneras con calabaza y jugo de puré de chocolate, interesante y bien elaborado.
Comimos con una rico vino francés de Burdeaux, un tinto Chateau Peyrelongue Saint-Emilione Grand Cru, y que tampoco resultó “excesivamente” caro para lo que suelen ser estos vinos en este tipo de restaurantes.
No en vano y tras haber sido una taberna en sus orígenes durante muchos años, todavía el restaurante cuenta con un nutrido surtido de más de 150 ginebras y licores destilados principalmente de modo artesanal. Al final de la comida nos sirvieron un curioso licir de la casa que se fabrica a partir de una ginebra de cinco años, con azúcares procedentes de la miel y con un sabor de hierbas aromáticas del bosque.
Animaros a conocerlo si os resulta curioso pero no esperéis grandes sorpresas gastronómicas y prepararos para pagar 60 euros por persona. Os dejo unas fotos.
Las Cinco Moscas (d’Vijff Vlieghen)
Spuistraat, 294
302 1012 VX Amsterdam
Netherlands
Tel: +31 20 5304060
Fax: +31 20 6236404
E-mail: restaurants@d-vijffvlieghen.com
Web: http://www.vijffvlieghen.com
Solo tengo que decir una cosa del restaurante: Nos dijeron a mi y a mi novia que no tenian mesas libres, cuando de unas 50 o 60 mesas entre todos sus locales, podria haber ocupadas 3. La camarera utilizó para describirnos al maitre antes de recibir esa excusa la palabra undressed, que significa que no ibamos “vestidos”, cuando ibamos los dos bastante arreglados (no ibamos de chaqueta, logicamente, pero si bastante arreglados). Mi resumen, debe ser el tipico restaurante para pijos ricos que no aceptan a su alrededor gente normal de clase media (tampoco es que seamos pobres, que en este pais de parados me considero afortunado de ganar mas de 2000 euros al mes). No lo recomiendo para nada. Justo enfrente hay otro restaurante de cocina holandesa mucho mejor, mas economico, y ante todo dejan comer a todo el que quiera entrar.
Anoche fiumos mi marido y yo, y despues de media hora esperando para que nos tomaran la nota y viendo que atendian a mesas que habian llegado despues que nosotros, decidimos irnos. No pago una pasta para tener que estar mirando al camarero para que nos atienda constantemente y encima nos ignore. Por cierto, le dio igual que nos fueramos.
No conozco ese restaurante en Amsterdam. pero sí un Cinco Moscas en Ciudad del Cabo, en este caso comida de SudAfrica, local antiguo, servicio joven pero atento, comida buena pero no para entusiasmarse y precio parecido con un buen vini sudafricano
Confirmo todo lo que comenta jlastras. El restaurante está muy bien ambientado en tiempos pasados y es ideal para parejas o cenas tranquilas. La comida es tradicional holandesa pero con presentaciones novedosas. El risotto estaba muy bueno pero quizás la cantidad era excesiva ya que la cebada llena bastante y sus efectos en el intestino persisten durante un par de días.